21/01/2020

Opinión

Mañanas deliciosas con olor a pedrada

Escribe Juan Manuel Aragón - (Especial para El Diario 24).
Mañanas deliciosas con olor a pedrada | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Mañanas deliciosas con olor a pedrada

Algunas mañanas son deliciosas mientras la fila para pagar los impuestos sigue inmóvil en el banco, con la televisión encendida, para que se haga más corta la espera. Hay líos con los ´Chalecos amarillos´ en París, los venecianos para se quejan porque los cruceros les repletan las calles de turistas y los gondoleros no quieren lanchas a motor, en Beirut la policía reprime con gases a la gente que pide un gobierno que gestione bien y que no sea presa de la corrupción y en Hong Kong, unas 800.000personas claman por democracia y para que se investiguen los crímenes de la policía.

Un aire de refriegas anárquicas recorre el planeta.

Los ´Chalecos amarillos” —Mouvement des gilets jaunes, en francés—empezaron con los jóvenes de las barriadas pobres de París que salían a la calle, de noche, a quemar autos, contenedores de basura, lo que fuere. Algunas ocasiones incendiaron más de una decena una misma jornada. Los hijos y nietos de inmigrantes de países árabes, principalmente argelinos ven cómo la sociedad de consumo ofrece bienes a los que nunca podrán aspirar, se sienten marginados o mal mirados, en gran parte por el color de su piel, son mal pagados en sus trabajos y reaccionan contra lo que consideran una sinrazón. No pertenecen al mundo que añoran sus padres por una parte, y la Francia que es su patria les da la espalda. Algunos sostienen que fue el cimiento de una pueblada que lleva varios meses saliendo a las calles a gritar sus consignas. En la de los últimos días, había banderas tricolores ondeando al viento con las tres consignas de la Revolución Francesa, ´liberté, égalité,fraternité´. Como si no hubiera corrido todavía ni una gota de sangre bajo los puentes del Sena desde 1789.

Los venecianos no quieren una invasión de cruceros. Ahí la gente protesta contra uno de los principales negocios de laciudad, que son los turistas. "Los cruceros grandes no son compatibles con nuestro ecosistema, no son compatibles con las vidas de los ciudadanos, son dañinos y muy contaminantes", explican. Quieren que se los deje atracar en la entrada, pero que no paseen por la laguna. “Xe colpa vostra” —la culpa es de ustedes, gritaban en dialecto veneciano—, “fuera las naves de la laguna”, “queremos respirar aire limpio”, decían las pancartas de estudiantes universitarios, madres con niños en los brazos, ancianos y extranjeros, vaya paradoja, sensibilizados con la causa.

Los graves disturbios del Líbano han dado como resultado, este fin de semana, más de 200 personas heridas entre manifestantes y policías, cerca del Parlamento libanés en Beirut. Las protestas comenzaron en octubre y el gobierno ordenó el despliegue del Ejército. Las puebladas comenzaron en octubre, con revueltas de varios grupos religiosos que acusan al Gobierno de mala gestión y de corrupción. Además exigen la formación de un nuevo Gobierno y otras medidas para paliar la crisis financiera.

En Hong Kong, según El País, de Madrid, se han cumplido seis meses de protestas y las movilizaciones no dan señales de perder fuerza. Estimulados por la victoria de la oposición hace dos semanas, cientos de miles de personas —unos 800.000 según los organizadores, 183.000 según la policía— han salido de nuevo a la calle por el centro de la isla para demostrar que el tiempo no mella su voluntad de ser escuchados y exigir que, de una vez, el Gobierno autónomo y Pekín les hagan caso en sus exigencias de mayor democracia y rendición de cuentas.

Los puristas del lenguaje sostienen que lo único que no hacen estos revoltosos callejeros es manifestarse, porque el tiempo de hablar y acordar o desacordar, se terminó. Los traficantes de armas siguen atizando el fuego para ver si se inicia aunque sea una pequeña revuelta que les permita nadar en sus procelosas aguas. Los periodistas de todas las tendencias mienten a izquierda y derecha, según los intereses de los avisantes de sus diarios. Los gobiernos se quejan porque lo único que no aceptarán es abandonar el poder por unas pocas pedradas en las calles, es un pedido imposible de cumplir. Los agitadores profesionales están haciendo su agosto y seguirán dando de comer a las razones para iniciar nuevas fogatas callejeras y los de lugares que por el momento están tranquilos esperan que los contraten. La gente de otros países no deja de pensar en que estas convulsiones podrían ocurrir cualquier día en la otra cuadra de su casa.

¿Y usted?

Sabe por experiencia que siempre que hubo líos grandes, en una piecita en la que cabían dos o tres, a veinte cuadras de los gases lacrimógenos, la lluvia de piedras, las corridas, los heridos, los gritos, las ambulancias trabajando en el caos, se decidía el destino del gobierno, los manifestantes, la policía, los agitadores, los fabricantes de ametralladoras, el periodismo y la política.

Por el momento espera pacientemente que llegue su turno en la fila para pagar los impuestos.

Después verá.

©Juan Manuel Aragón

Leer más notas de Juan Manuel Aragón        





Recomienda esta nota: