Largá el teléfono y andá al velorio

Cuando muere alguien, nadie escapa al fenómeno funerario que se da en las redes de internet, los conocidos le mandan mensajes y abrazos al Cielo o “dondequiera que estés”, quizá con culpa por no haber ido velorio. Algunos internautas de Facebook incluso se preguntan si esto no habrá hecho mermar los avisos fúnebres en los diarios, una cuestión que está pendiente de estudio aún.

Es notable que por internet también se hayan popularizado cadenas de oración a algún santo, proponiendo que si la publicás, miles de bendiciones caerán sobre tu cabeza. Lo mismo con fotos con dinero que se vuelven virales porque quien las comparte se volverá rico al instante. Es decir, los adelantos de la ciencia van por un lado y la superstición por el suyo.

Quienes siguen más o menos atentamente el tráfico de las redes de internet, sostienen que estos fenómenos se dan por oleadas y se repiten cada tanto, para dar la razón al dicho que sostiene que el público se renueva. Entonces vuelve la cadena amenazando a los propietarios de Facebook con un juicio si no le dan cabida a los miles de amigos que cada usuario tiene en la red. Más otros de naturaleza mucho más descerebrada aún.

No se sabe si los santos que habitan el Cielo miran internet o tienen cosas mucho más divertidas que hacer, como leer los libros que no pudieron en vida, entre otros asuntos. Lo único cierto es que, como las mortajas no tienen bolsills,allá arriba no hay teléfonos, por lo que sería medio inútil pedir una conexión de wi—fi.

Moraleja: Vayan al velorio, acompañen a los vivos, dejen de usar el aparato para semejantes estupideces.

©Juan Manuel Aragón

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