Frases hechas y variantes para todos los gustos

Todos alguna vez nos hemos refugiado detrás de una frase hecha, de un lugar común, para justificar una idea o para darnos de inteligentes.

Aquí van algunas.

Nadie es el dueño de la verdad (variante progre, nadie es el dueño absoluto de la verdad, variante intelijuda, nadie es el dueño absoluto de la verdad absoluta, variante tontaina, yo no soy el dueño de la verdad ni mucho menos).

No es santo de mi devoción (variante estupidita, no es ni santo ni de mi devoción).

Estamos en democracia (variante pensarca ¿estamos en democracia?, variante socio-pensarca, vivimos en democracia, variante pesimisto-pensarca, pero esto no es democracia).

No comparto sus ideas, pero las respeto (variante demagógica, no comparto tus ideas pero daría mi vida para que las expresaras con libertad. ¡Ah!, esas son ideas, no macanas).

El gobernante de turno (variante más tonta todavía, el gobernante en turno, variante otra-vuelta-de-tuerca-a-la-tontería, el gobernante que estaba de turno en ese momento).

Como que uno más uno es dos (variante algebraica, como que dos y dos son cuatro, variante religiosa, como que hay Dios, variante fundamentalista, como que hay Dios en el Cielo).

Yo no creo en brujas, pero que las hay, las hay (contravariante racionalista, no creo en teorías conspirativas).

Vísteme despacio que estoy apurado (variante historicista, como decía Napoleón, vísteme despacio, etcétera, variante misteriosa, ¿no sabes lo que decía Napoleón de los apresurados? etcétera, etcétera).

Son pobres porque quieren (variante de asado, si quieren comer que laburen, che, variante de té canasta, cuando le pedí que me cortara el pasto, ¿sabes qué me ha dicho?).

Dios está en todas partes pero atiende en Buenos Aires (variante burocrática, Dios está en todas partes, pero tiene oficina en la ciudad autónoma de Buenos Aires).

©Juan Manuel Aragón