Opinión
Quemar gomas o levantar palos no es manifestarse
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Quemar gomas o levantar palos no es manifestarse
Manifestar quiere decir exponer, expresar, indicar, explicar, señalar y fundamentalmente, dialogar. Es exteriorizar el pensamiento con las maravillosas herramientas del idioma: sujeto, predicado, verbos, sustantivos, adverbios, artículos, en fin. Una manifestación de bienes es la enumeración del patrimonio. Una manifestación de voluntad es la exteriorización, en palabras, de aquello que se hará.
No hablo de la justicia o injusticia de los reclamos de la gente, pero cuando alguien prende fuego a una goma de auto en una calle o sale con otros a gritar por todos lados, lo único que no está haciendo es manifestarse.
La marcha con parlantes es lo contrario a hablar, conversar, departir, platicar, conferenciar, dialogar. Si alguien sale con un palo a pegarle al vecino porque pone música a todo volumen, no quiere razonar, sólo imponer su fuerza bruta por encima del juicio y la reflexión.
El Manifiesto Comunista no es un griterío de un montón de socialistas pidiendo algo sino un libro escrito por Carlos Marx y Federico Engels. Las ideas plasmadas ahí —esté o no de acuerdo con él, es lo de menos— de alguna manera siguen influyendo en muchísima gente a la vuelta del redondo mundo.
Quienes arman una gritería para conseguir alguna reivindicación, normalmente no son oídos por aquellos que deben concederla, pues no se están manifestando sino haciendo barullo. Los alaridos, los bombos, los cohetes, los palos, los pitos y flautas son enemigos del pensamiento racional. ¿Hablando se entiende la gente? Bueno, entonces hable, muestre, discuta, debata, pero si grita se acabó la manifestación y empezó la violencia, que es otra cosa. ¿No cree?
