Opinión
El mundo es redondo: lo que hoy está arriba mañana podría estar abajo
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El mundo es redondo: lo que hoy está arriba mañana podría estar abajo
Los nietos de los inmigrantes vuelven a Europa, aquí no tienen expectativas, cierran fábricas, se sienten mal, todo es una “eme”, no los respetan y en el país del abuelito van a estar mejor. Españoles, italianos, franceses portugueses, griegos, polacos progresan, ni qué decir de alemanes e ingleses. Si tienen el pasaporte comunitario, plata para el pasaje y alguna expectativa de conseguir laburo, quién es uno para atajarlos.
Explican que la Argentina no les da oportunidades, piensan que la mediocridad se adueñó del país, no consiguen trabajo con facilidad, se indignan cuando ven a los políticos en la televisión, los robos y los asaltos los aterran. Dicen que se formaron, pero no para esto, el país no les da seguridad, allá cobrarán más, serán valorados, tendrán una casa digna, un auto y los hijos dejarán el triciclo en la vereda sin que nadie lo robe.
Llévense de regalo la escuela primaria, la secundaria, la universidad, el club de fútbol, el barrio, el idioma, la religión, el gusto de las milanesas, las mesas del café, el recuerdo de los amigos, de la primera novia, del bar y billares de la esquina, del último partido de fútbol, de las siestas de carnaval.
¿Saben qué? Ahí está el avión, vayan nomás, no lo pierdan. Nosotros nos quedamos a pelearla, con nuestros pecados, fallas y contradicciones, a los tumbos, como sea. Si algún día allá están mal, vuelvan, ya pasó una vez y quizás se repita. Fuimos generosos con su abuelo, lo seremos con su hijo, su nieto. No olviden, el mundo es redondo, lo que hoy está abajo, mañana podría estar arriba.
Y viceversa.
