Opinión
UN MUNDO PARA TODOS
Construir de la mano las asociaciones del Desarrollo Global
El desarrollo global enfrenta una encrucijada porque el tablero internacional se ha vuelto mucho más inestable e incierto, a lo cual se suman los repetidos rebrotes del coronavirus, la contracorriente de la tendencia de la globalización económica y el repunte del populismo y xenofobia, así como del unilateralismo, el proteccionismo y el hegemonismo que amenazan la paz y el desarrollo mundiales. Bajo este contexto, se ralentiza la recuperación de la economía global, se agranda la brecha entre el Norte y el Sur y se debilita el impulso a la cooperación para el desarrollo. Ante esta situación, la implementación de la Agenda 2030 del Desarrollo Sostenible de la ONU tiene por delante desafíos inéditos.
China es artífice y promotor del desarrollo global. En septiembre del año pasado, el Presidente Xi Jinping propuso la Iniciativa para el Desarrollo Global (IDG), basada en una visión centrada en el pueblo, la universalización de beneficios y la inclusión, con la innovación como motor e impulsando la simbiosis armoniosa entre la humanidad y la naturaleza, a fin de que las diversas partes armen una comunidad de futuro compartido para el desarrollo global, en respuesta a las amenazas y los retos globales. China se adelantó a adoptar 32 medidas prácticas y publicó el listado de los primeros proyectos en el marco de esta Iniciativa, la cual ha despertado la atención de la comunidad internacional, impulsando la colaboración al respecto e inyectado renovados impulsos a la materialización de los objetivos de la Agenda 2030.
Esta Iniciativa consiguió el apoyo de más de 100 países incluida la Argentina y más de 60 estados se integraron al Grupo de los Amigos de la IDG. En el marco de la 77º Asamblea General de la ONU, el Consejero de Estado y Canciller de China Wang Yi presidió la reunión de ministros del Grupo de Amigos de la IDG, para deliberar juntos la implementación de la Agenda 2030. El Secretario General de la ONU António Guterres grabó un discurso, y los cancilleres de cerca de 40 países y los responsables de los organismos internacionales estuvieron presentes.
Los últimos años han sido testigo de la cooperación fructífera en materia de desarrollo entre China y América Latina y el Caribe. Bajo la guía de la construcción conjunta de la Franja y la Ruta, las partes fortalecieron la sinergia de sus sendas estrategias para forjar la comunidad de futuro compartido China-América Latina y el Caribe. En la lucha contra el COVID-19, muchos países de la región expresaron de manera abierta su respaldo a China, junto la donación de cerca de 1.7 millones de unidades de insumos sanitarios. Por su parte, China donó más de 40 millones de unidades de insumos sanitarios de urgencia a 30 países de esta región, convocó más de 100 videoconferencias de intercambio de experiencias, designó diversos grupos de expertos sanitarios y ofreció las vacunas a 21 países latinoamericanos y caribeños. El volumen comercial entre China y América Latina y el Caribe creció de 261.200 M de dólares en el 2012 al 451.600 M de dólares en el 2021. En paralelo, China se ha consolidado como el segundo socio comercial más importante de esta región durante varios años consecutivos y se ha posicionado como la tercera fuente de las inversiones externas en América Latina.
Cabe destacar que América Latina y el Caribe es el segundo destino más grande de las inversiones chinas en el ultramar, donde están radicadas más de 3000 empresas chinas. Además, hay que mencionar el SWAP bilateral de China con Argentina, Brasil, Chile y Surinam, así como la incorporación de Argentina, Ecuador, Brasil, Chile y Uruguay al Banco Asiático de Inversiones en Infraestructura. A fines del año pasado, la III Reunión de Ministros del Foro China-CELAC se coronó exitosamente y se alcanzaron amplios consensos con respecto a la confianza estratégica mutua y la cooperación sustantiva en terrenos prioritarios en la relación China-América Latina y el Caribe para los próximos 3 años.
En ocasión del 50º aniversario de las relaciones diplomáticas bilaterales, se destacan varios puntos en el marco de la agenda bilateral. El presidente Fernández emprendió una visita a China en febrero pasado, ocasión en la cual ambos mandatarios esbozaron el plan de la cooperación binacional para sentar una sólida base para una nueva etapa de la Asociación Estratégica Integral. Ambas partes firmaron el Memorando de Entendimiento de la Franja y la Ruta, la cual sirve como una garantía institucional de la profundización de nuestra colaboración en este marco.
El hecho de que Argentina sea el primer país grande de esta región en oficializar su integración a la Franja y la Ruta extendió esta iniciativa hasta el punto más austral del planeta con repercusiones positivas a nivel internacional. Ahora China y Argentina han puesto en práctica una serie de acuerdos recién rubricados para amplificar nuestra colaboración en la economía digital, el desarrollo verde, la cosmonáutica, el sistema de navegación por satélite Beidou, la medicina nuclear, la geociencia, la nueva energía y la agricultura moderna. Atribuimos especial importancia a la ciencia, la tecnología y la innovación, por eso pusimos en marcha el Centro de Estudio de Políticas para la Innovación y Técnica para llevar nuestra colaboración sustancial a una nueva fase. Ambos países, con motivo de la Presidencia Pro Tempore de Argentina ante la CELAC, organizaron los primeros Foros de Ministros de Transporte, Tecnología Digital y la Gestión de Desastres Naturales y los Foros de Reducción de Pobreza, Ciencia, Tecnología e Innovación. Estas actividades han promovido fuertemente el progreso de las relaciones entre China y América Latina en la nueva era, en base de igualdad, beneficio mutuo, innovación, apertura y beneficio del pueblo.
Por su parte, China, Presidente Pro Tempore de los BRICS, ha invitado a Argentina a tomar parte de los diversos importantes eventos en el marco de BRICS+, con objeto de construir aún más consensos entre los países en desarrollo y los mercados emergentes, robustecer la fuerza de este espacio y fomentar su proceso de ampliación. China celebra y espera la pronta incorporación de Argentina a los BRICS. Con motivo del año de amistad y cooperación China-Argentina, se inauguró la exposición de la Franja y la Ruta China-Argentina el pasado 11 de agosto en Tecnópolis para presentar los últimos frutos de nuestra colaboración en materia de transporte, energía, telecomunicaciones, agricultura, minería, finanzas y cosmonáutica al pueblo argentino y, sobre todo, a los adolescentes.
El camino es largo y está lleno de obstáculos, pero lo superarás si sigues adelante. La paz y el desarrollo siguen siendo la tónica general de nuestros tiempos, en los que se desarrolla a fondo la nueva ronda de revolución científica e industrial y se ajusta profundamente la correlación de las fuerzas internacionales. Por el hecho de que el concepto de la comunidad de destino común está profundamente arraigado en el corazón de las personas, han de tener confianza en la causa de desarrollo y progreso humano.
China, el mayor país en desarrollo, siempre estará al lado de los países en desarrollo para construir una economía mundial abierta, un sistema de gobernanza global y un entorno institucional más imparcial y razonable, promover las innovaciones tecnológicas e institucionales, e incubar nuevas fuerzas motriz en procura de un crecimiento mundial más impetuoso, ecológico y sano.
China está dispuesta a convertir su desenvolvimiento doméstico en oportunidades para el resto del mundo a fin de implementar la Iniciativa para el Desarrollo Global. En este marco, China y Argentina buscarán una Asociación Estratégica Integral a un nivel más alto, seguirán apoyándose mutuamente en los temas vitales a los intereses del otro, estrecharán su concertación en los asuntos bilaterales, regionales e internacionales, con miras a perseverar en el multilateralismo y resguardar los intereses en común.
Hay que buscar las resoluciones a través de la innovación, la ciencia y la tecnología, las que dotarán al desarrollo socio-económico de ambos países de una importante fuerza endógena, para que entablemos un nuevo ejemplo para la cooperación China-América Latina y el Caribe y Sur-Sur, contribuyendo a una asociación de desarrollo global caracterizada por la unidad, equidad, equilibrio y la universalización de los beneficios.