26/11/2022

Opinión

OPINIÓN

Mejor hablar, también, de ciertas cosas

Por Carlos Cruz, doctor en Derecho. Profesor Consulto Facultad de Derecho (UBA)

* El azote del tornado neoliberal. Durante el gobierno de Menen, en medio de la expansión de criterios impulsados desde el Consenso de Washington, se dicta la Ley 24.093, que dispuso una nueva organización portuaria para el país (1992). Poco tiempo después, el mismo año en que se crea la Organización Mundial de Comercio –OMC– y en el marco del Pacto de Olivos, la resucitada dupla Menem-Dromi privatiza puertos y el mantenimiento del tramo argentino del Río Paraná (hidrovía) otorgándose la concesión del mismo a la empresa belga Jan de Nul y a Emepa (1992/95). Cauce de agua ese que es parte de una de las reservas de agua más grande del planeta (el Acuífero Guaraní) y por donde sale el 80 por ciento de las exportaciones de nuestro país (2020). En un contexto de pérdida del control nacional de puertos, mares, ríos, también se ha desatendido la supervisión de operaciones de compra-venta de tierras en áreas de frontera (por ejemplo en los casos: Lago escondido-Hidden Lake, Bahía Dorada o las compras de terrenos en los Esteros del Iberá por parte de la Universidad de Harvard).

En esa misma dirección, la provincia del Chaco, a partir de 1994 ha llegado a perder el 80% de sus tierras fiscales (2.900.000 hectáreas) que, de la mano de la depredación de montes y el avance sojero, pasaron a integrar el patrimonio de sociedades privadas (1994/2007). En otra vertiente; cuatro empresas Transnacionales (titulares de instalaciones portuarias a lo largo del Paraná) concentran el movimiento de cargas y el 57 por ciento de las ventas al exterior de granos, harinas y aceites, lo que pone en evidencia el control extranjero tanto sobre la seguridad como respecto de la economía y el comercio de la República Argentina (2021). Todo ello en un espacio que sirve de escenario para maniobras de contrabando. 

Ante tal cuadro de situación, desde la Unidad de Información Financiera expusimos la cuestión del contrabando de cereales, drogas y armas como asimismo las modalidades de subfacturación y sobrefacturación en el comercio exterior en el seno de las Comisiones Técnica del Mercosur (SGT 4 - 2021). En el presente año se vuelve a analizar, en ámbitos académicos y legislativos de Paraguay, la participación de las fuerzas armadas y capitales norteamericanos en el sector paraguayo de la mal llamada hidrovía (2022).

* El Fausto Mefistofélico y lo Global. La voluntad del Fausto de Goethe –desplegada en un mundo que gira en función de sus deseos y del progreso aun a costa de la destrucción ajena, donde la naturaleza es un estorbo y el hombre un ser prescindible– puede ser revisitada al instante en que intentamos adentrarnos en el examen de la actual etapa capitalista. Desde esa mirada, al analizar el tecno-capitalismo financiero de nuestros días y sus opciones de organización jurídico-política (ya sea: las del Estado benefactor, de Dominio neoliberal o de Democracia formal -con blindajes de control social neofascista-) podemos acercarnos a comprender el fundamento y sentido final del Proyecto diseñado por el poder concentrado internacional. 

En esta trama, el Modelo Estratégico de Gobernanza Global expresa entones una propuesta, que trasciende el plano de las relaciones económicas, para construir vías de intervención político-institucionales orientadas a desmontar las bases e instituciones del Estado Soberano, Social y Democrático de Derechos. Destrucción (deconstrucción) encaminada a conformar un sistema de gestión a cargo de empresarios orgánicos y empleados de organismos multilaterales (como: el FMI, OMC o BM). Sistema que se procura legitimar en orden a la etérea idea de: Soberanía supra-estatal difusa, asentada en dóciles consumidores pasivos universales. Modelo ese que despliega asimismo acciones deculturantes y mensajes orientados a producir subjetividad, en vías a desmantelar los enlaces históricos que nos identifican con nuestros entornos, cultura y convicciones a la vez de invisibilizar a los actores colectivos, para centrarse en desacreditar y desarticular, entre otras, a las instituciones políticas, judiciales, educativas, sindicales, deportivas y a las organizaciones libres del pueblo. De forma tal, que todo aquello que nos constituye como sujetos e identifica, y compromete, con nuestro país, afectos, el pueblo y sus necesidades, se disuelva.

* El poder de las convicciones y la organización. En nuestro análisis sobre estas cuestiones partimos de considerar, en base a la experiencia, que al poder económico del dinero solo se lo puede controlar con más dinero o con convicciones y organización popular. Perspectiva desde la cual cabe tener presente: que el proyecto económico globalista se nutrió con aportes de las Academias norteamericana, francesa y alemana, a los que se sumó la producción de ciertos intelectuales orgánicos. Muchos de ellos autores posmodernos (posmaterialistas) que, de manera consciente o inconsciente, resultaron funcionales a los intereses neoliberales y a la hipótesis bélico-cultural tendiente a desterrar el pensamiento marxista. Situación que, una vez más, nos plantea la necesidad de contemporizar lo no actual y reasumir el compromiso sartreano que nos conduzca desde el debate teórico a la discusión sobre la praxis. De modo de desentrañar las claves de funcionamiento de una superestructura cultural orientada a impedir, precisamente, el conocimiento de la estructura material de la dependencia. Ámbitos esos que, así como las meras movilizaciones callejeras -sin un trabajo de base cotidiano- no tienen entidad sustancial, deben superar la organización de eventos expositivos aislados y ampliar espacios permanentes de intercambio de experiencias y discusión político-cultural que permitan avanzar en la construcción de masa crítica.




Recomienda esta nota: