17/01/2023

Opinión

OPINIÓN

Fernando Báez Sosa, 3 años, 45 segundos

Por Valeria Carreras para Página|12.

Sólo fueron 45 segundos, pero fueron muchos más los golpes y patadas que recibió el cuerpo de Fernando.

El primer golpe fue por la espalda y lo tumbó al piso.

Allí,  indefenso, ve a sus agresores alrededor suyo, el cuerpo en ese momento  de estrés libera adrenalina a niveles altísimos, casi una anestesia para  tanto dolor.

Todo es tan rápido, como es inexorable su final. 

Patadas  en la cabeza dejan huellas, no sólo las marcas sino los hematomas y el  colapso del cerebro… Aunque está con vida, Fernando ya no tiene chances  de cumplir sus sueños.

Sigue el daño porque Fernando es atacado cuando está inconsciente, sin defenderse, sin siquiera poder cubrirse de la golpiza. 

La autopsia determina “shock neurogénico”, su corazón empieza a despedirse, late lentamente, casi imperceptible. 

Recibe una patada final y queda así sellado el destino de todos. 

Fernando a la morgue y después al cementerio para siempre.

Los  demás, 11 pibes de su misma generación, oriundos de Zárate, fueron a un  conocido local de comidas rápidas… Horas después van a la cárcel.

En  45 segundos, jóvenes que en su mayoría jugaban al rugby se convirtieron  en asesinos (presuntos culpables de homicidio agravado).

En 45  segundos, una joven, Julieta, se quedó con un hueco en el corazón.  Porque le arrebataron a su primer amor, porque le quitaron mil besos y  mil más.

En 45 segundos los padres de Fernando se quedaron sin Sol. Sin Norte. Sin mañana. Sin su hijo amado.

En 45 segundos un video nos hizo sentir el miedo más pavoroso, ¡sentimos que Fernando era nuestro hijo!

En  la reiteración de esos 45 segundos de video, también tuvimos miedo de  que nuestros hijos pudieran algún día ser uno de los asesinos.

Por  eso estamos acá, desde distintos lugares, comprometidos con la causa, y  determinados a pedir justicia las veces que sea necesario.

A 3 años, aquellos 45 segundos se convierten en 18 jornadas del juicio oral.

Los  abogados de la familia de Fernando (Fernando Burlando y su equipo) han  pedido que se les imponga cadena perpetua por estar incursos en el  delito de homicidio premeditado perpetrado por dos o más personas con  alevosía.

A 3 años del feroz crimen, se presentó el proyecto de  Ley Fernando para evitar la violencia en los deportes de contacto como  el rugby.

Empezaron a sincerarse referentes de ese deporte como  Agustín Pichot, ex Puma, reconociendo que se había naturalizado la  violencia en dicha práctica, y comenzó el camino de cambiar el  estereotipo del rugbier.

A 3 años, Fernando salvará a otros y otras jóvenes, por los cambios en la Seguridad para locales bailables, Protocolo Fernandos.

Hace 3 años, sus padres Graciela y Silvino se metieron en el corazón y la memoria de los argentinos.

Imagino  que Fernando ha ingresado en ese lugar donde están mirándonos el  Soldado Carrasco, María Soledad Morales, Ángeles Rawson y miles de  jóvenes víctimas de la violencia.

Los días seguirán pasando, que no se nos pase recordar a Fernando Báez Sosa para que no quede impune, para que no se repita.


**Valeria Carreras es impulsora de Ley Fernando y Protocolo Fernandos.




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