21/05/2017

Opinión

TRAMO FINAL

El Peronismo tucumano entra de lleno en la batalla de nombres

Ante un horizonte que se ve como un triunfo contundente en las legislativas de octubre la danza de candidatos obliga a la dirigencia a moverse con rapidez.
El Peronismo tucumano entra de lleno en la batalla de nombres | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

El barco del peronismo está listo para zarpar ¿Quiénes se subirán?

Las aguas por las que marcha el barco del peronismo han comenzado a agitarse a medida que avanza el año electoral y que crece el optimismo entre los tripulantes ante lo que consideran un triunfo inevitable y, además, contundente.
En medio de lo que (todavía) no es una tormenta, los timoneles están discutiendo en qué posiciones poner a la tropa en las listas de las PASO de agosto, como puerto intermedio hasta llegar a octubre.
Los tres capitanes del peronismo tucumano, Alperovich, Jaldo y Manzur (para nombrarlos en orden alfabético y no de importancia) están en una puja para definir los siete lugares que admite la lista de postulantes a diputados nacionales: cuatro titulares y tres suplentes.
José Alperovich se siente con derecho a definir todos los puestos ya que considera que sigue al comando indiscutible como resultado de su paso de 12 años por la Casa de Gobierno desde donde supo construir una red de favores que -cree- fue mutando a lealtad política inquebrantable. Desde esa posición considera imprescindible la presencia de su apellido en un lugar protagónico, el primero para ser más exactos.
Todos saben que si es él quien encabeza, la candidatura será meramente testimonial ya que todavía le quedan cuatro años de cómodo pasar en el Senado. Y parece que no corren buenos tiempos para testimoniales. Por esa razón, considera que su hija Sarita es la digna heredera para integrar la lista. Con esta jugada, Alperovich le quiere ganar a José Cano por enésima vez y someterlo al escarnio de demostrar que le ganó personalmente, con su esposa, con su elegido y con su hija.
Por su parte, Juan Manzur y Osvaldo Jaldo continúan gestionando el Estado de manera conjunta y armoniosa, según lo que puede verse desde afuera. Por eso, consideran que su opinión debe escucharse en la confección de las candidaturas y, por más que no lo expresen abiertamente, el apellido de peso les hace ruido si es que no viene identificando a su propio dueño.
Mientras Manzur sigue haciendo gala de un manejo en el que la cautela aparece como la máxima virtud, Jaldo salió a hacer lo que mejor sabe: juntar a la tropa en el territorio. Un encuentro con más de 300 dirigentes de la zona Este en Los Ralos fue la demostración de fuerza más contundente de los últimos días.
Previamente ya había sellado un acuerdo con Juan Antonio Ruiz Olivares, quien exhibe los blasones de más de 100.000 votos en las últimas elecciones provinciales que se vieron traducidos en varias intendencias y bancas legislativas. En este escenario, Jaldo ya deslizó que si "al"guien quiere imponer su voluntad existen las PASO para dirimir los nombres. Algunos pretenden ver que el vicegobernador no se está moviendo sin la venia de Manzur y no en caracter de subordinado sino de par.
Pero mientras los tres capitanes se mueven en la cumbre, por abajo también corren los armados. Jugadores de menor envergadura salieron a llenar paredes con sus rostros para tratar de ganar la atención tanto del votante como de los definidores de listas.
En algunos casos, parece que se trata de fuegos de artificio como Mario Koltan de quien se dice que mantiene una más que estrechísima relación de subordinación con Alperovich y que se mueve "desde afuera" para ser invitado a incorporarse y después volver a encolumnarse con su protector.
En otro caso, Luis Romano, cabeza del movedizo Movimiento de Unidad Popular (MUP) disputará las PASO enfrentando a la "lista oficial" tal cual lo hizo en 2013 cuando logró casi 30.000 votos. Romano no cuestiona el liderazgo de Manzur y Jaldo a quienes siempre incorpora en sus afiches pero omite a Alperovich en el reconocimiento. Hasta aquí ha logrado sumar a agrupaciones menores por arriba de la mesa mientras recibe guiños disimulados de otros actores de peso como es el caso de los mellizos Orellana.
Con el lema "el Peronimso siempre es mejor", la jugada de Romano es representar una suerte de "pankirchnerismo" para seducir al núcleo duro del Cristinimo que no encuentra referencias en la provincia ante la dispersión de una Cámpora que vió disminuir su peso en la medida que adelgazaba la billetera que había servido de abono en un crecimiento que ahora se ve como fantasioso.
El puerto intermedio de junio está a pocos días y los timoneles trabajan con fruición. Ahí se cerrarán las listas de las PASO de agosto y se dibujará la hoja de ruta definitiva rumbo a un octubre que en Tucumán promete ser la renovada muestra de adhesión a un proyecto político que se muestra en las antípodas de la política de endeudamiento y marginación que encabeza Mauricio Macri.©eldiario24.com
Las aguas por las que marcha el barco del peronismo han comenzado a agitarse a medida que avanza el año electoral y que crece el optimismo entre los tripulantes ante lo que consideran un triunfo inevitable y, además, contundente.
En medio de lo que (todavía) no es una tormenta, los timoneles están discutiendo en qué posiciones poner a la tropa en las listas de las PASO de agosto, como puerto intermedio hasta llegar a octubre.
Los tres capitanes del peronismo tucumano, José Alperovich, Osvaldo Jaldo y Juan Manzur (para nombrarlos en orden alfabético y no de importancia) están en una puja para definir los siete lugares que admite la lista de postulantes a diputados nacionales: cuatro titulares y tres suplentes.
Alperovich se siente con derecho a definir todos los puestos ya que considera que sigue al comando indiscutible como resultado de su paso de 12 años por la Casa de Gobierno desde donde supo construir una red de favores que -cree- fue mutando a lealtad política inquebrantable. Desde esa posición considera imprescindible la presencia de su apellido en un lugar protagónico, el primero para ser más exactos.
Todos saben que si es él quien encabeza, la candidatura será meramente testimonial ya que todavía le quedan cuatro años de cómodo pasar en el Senado. Y parece que no corren buenos tiempos para testimoniales. Por esa razón, considera que su hija Sarita es la digna heredera para integrar la lista. Con esta jugada, Alperovich le quiere ganar a José Cano por enésima vez y someterlo al escarnio de demostrar que le ganó personalmente, con su esposa, con su elegido y con su hija.
Por su parte, Manzur y Jaldo continúan gestionando el Estado de manera conjunta y armoniosa, según lo que puede verse desde afuera. Por eso, consideran que su opinión debe escucharse en la confección de las candidaturas y, por más que no lo expresen abiertamente, el apellido de peso les hace ruido si es que no viene identificando a su propio dueño.
Mientras Manzur sigue haciendo gala de un manejo en el que la cautela aparece como la máxima virtud, Jaldo salió a hacer lo que mejor sabe: juntar a la tropa en el territorio. Un encuentro con más de 300 dirigentes de la zona Este en Los Ralos fue la demostración de fuerza más contundente de los últimos días.
Previamente ya había sellado un acuerdo con Juan Antonio Ruiz Olivares, quien exhibe los blasones de más de 100.000 votos en las últimas elecciones provinciales que se vieron traducidos en varias intendencias y bancas legislativas. En este escenario, Jaldo ya deslizó que si "al"guien quiere imponer su voluntad existen las PASO para dirimir los nombres. Algunos pretenden ver que el vicegobernador no se está moviendo sin la venia de Manzur y no en caracter de subordinado sino de par.
Pero mientras los tres capitanes se mueven en la cumbre, por abajo también corren los armados. Jugadores de menor envergadura salieron a llenar paredes con sus rostros para tratar de ganar la atención tanto del votante como de los definidores de listas.
En algunos casos, parece que se trata de fuegos de artificio como Mario Koltan de quien se dice que mantiene una más que estrechísima relación de subordinación con Alperovich y que se mueve "desde afuera" para ser invitado a incorporarse y después volver a encolumnarse con su protector.
En otro caso, Luis Romano, cabeza del movedizo Movimiento de Unidad Popular (MUP) disputará las PASO enfrentando a la "lista oficial" tal cual lo hizo en 2013 cuando logró casi 30.000 votos. Romano no cuestiona el liderazgo de Manzur y Jaldo a quienes siempre incorpora en sus afiches pero omite a Alperovich en el reconocimiento. Hasta aquí ha logrado sumar a agrupaciones menores por arriba de la mesa mientras recibe guiños disimulados de otros actores de peso como es el caso de los mellizos Orellana.
Con el lema "el Peronismo siempre es mejor", la jugada de Romano es representar una suerte de "pankirchnerismo" para seducir al núcleo duro del Cristinimo que no encuentra referencias en la provincia ante la dispersión de una Cámpora que vió disminuir su peso en la medida que adelgazaba la billetera que había servido de abono en un crecimiento que ahora se ve como fantasioso.
El puerto intermedio de junio está a pocos días y los timoneles trabajan con fruición. Ahí se cerrarán las listas de las PASO de agosto y se dibujará la hoja de ruta definitiva rumbo a un octubre que en Tucumán promete ser la renovada muestra de adhesión a un proyecto político que se muestra en las antípodas de la política de endeudamiento y marginación que encabeza Mauricio Macri. ©eldiario24.com




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