21/10/2020

Opinión

transporte

La banda que sigue actuando con impunidad ante el silencio de los funcionarios

Los "empresarios del transporte" siguen cobrando la totalidad de los subsidios al tiempo que no gastan ni un peso en el servicio. ¿Y Germán Alfaro qué hace?
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La banda que sigue actuando con impunidad ante el silencio de los funcionarios

Desde hace 15 días, los tucumanos presenciamos sin que se nos mueva un pelo uno de los robos más descarados de los últimos tiempos.

Los inescrupulosos empresarios de las empresas de ómnibus nucleados en la denominada Asociación de Empresarios del Transporte Automotor de Tucumán (AETAT) mantienen su paro patronal privando de un servicio público esencial a miles de usuarios en una medida que disfrazan de reclamo sindical de parte de sus trabajadores.

Hagamos una cuenta sencilla: hace medio mes que no mueven ni una sola unidad para prestar el servicio. No gastan combustible, no utilizan las herramientas, no consumen energía en los talleres, no efectúan reparaciones. No gastan ni un solo peso y continúan percibiendo los subsidios del gobierno nacional, íntegramente.

Conclusión: nos están robando a todos los contribuyentes porque esos subsidios salen del bolsillo de todos los argentinos por igual. Del modestísimo trabajador informal que paga el IVA en cada fideo que consume su familia y que apenas puede llevar a su mesa hasta fin de mes y del sacrificado empleado formal que percibe un salario que le permite afrontar con algo más de comodidad sus necesidades después de dejar en las arcas del fisco el Impuesto a las ganancias.

Mientras tanto, los "señores empresarios" no trabajan, se rascan los 30 días, sus hijos andan en autos importados, invierten en otros rubros como la construcción y la soja porque igual, tarde o temprano, recibirán el subsidio. Una salvedad: alguno bueno también debe haber, como en todos lados, sería bueno que se presente.

Si fueran empleados públicos ya les andarían gritando: ¡Ñoquis!, si percibieran una AUH para alimentarse escasamente el grito sería: ¡Choriplaneros! si fueran mujeres les gritarían: ¡Se embarazan por un plan! Pero son: empresarios, los peores vividores de la teta del Estado.

¿Y los responsables de este robo descarado qué hacen? ¿El intendente de San Miguel de Tucumán, Germán Alfaro, no se plantea quitar la concesión del servicio público?

Pues mire señor Intendente, hágala corta. Si el paro del transporte se debe a que los empleados no cobraron sus salarios, hagan un listado de todos los trabajadores, pasen sus claves bancarias al gobierno nacional y que se abonen íntegramente los salarios sin que pasen por la cuenta de los inescrupulosos dueños de las empresas.

Obviamente que esta sugerencia va también a los funcionarios de la provincia responsables del área de transporte público aunque en número las concesiones de la capital tucumana son más significativas.

Lo que no pueden seguir permitiendo las autoridades es que miles de empleados de comercio, de casas de familia, de la construcción y otras actividades sigan sin poder moverse por culpa de una banda de millonarios insaciables que en plena pandemia siguen reforzando sus patrimonios mientras la economía de la sociedad en su conjunto se derrumba.

Si no lo entienden, vayan y aprendan sobre servicio público. Y si lo saben, dejen de ser cómplices.

©eldiario24.com




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