Argentina
Massa va a encarar una "conversación permanente con la dirigencia peronista" hasta 2019
Fuentes importantes del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires aseguran que su líder, Sergio Massa, ya piensa en el 2019 y apuntará a acercarse al peronismo.
El objetivo concreto será comenzar a tejer una confluencia con sectores amplios del peronismo para dar la pelea grande en las próximas presidenciales, señalaron un armador clave del Frente Renovador en la provincia de Buenos Aires, un dirigente de alta visibilidad y un miembro de la mesa chica del tigrense en diálogo con el sitio ambito.com.
"El 10 de diciembre, ni bien asuma el nuevo Congreso, habrá que empezar un proceso de evaluación y conversación permanente con la dirigencia peronista no vinculada a la corrupción", señalaron. "Vamos a buscar a los peronistas que no banquen lo malo del kirchnerismo, lo que incluye a personas de esa etapa que también son rescatables. Lo importante es que compartan una mirada ética sobre los procedimientos de la política y que acepten la construcción de liderazgos no personalistas", agregó.
El mencionado armador bonaerense explicó que "la confluencia se dará con quienes entiendan que la tradición peronista debe aggionarse, porque hoy sigue anclada en el pasado. La lógica peronista todavía tiene mucho para decir sobre el trabajo, algo fundamental, porque solemos ser más compasivos en esos temas, pero entendiendo que el discurso tradicional está agotado".
El diagnóstico es que Cambiemos salió fortalecido de las PASO, aunque la medida de ello es motivo de discusiones. Además, que ese resultado se ratificará con pocos cambios en octubre y que ya urge replantear la estrategia de un massismo que, sin lograr nunca salir de la provincia de Buenos Aires, pasó de casi un 44 % en 2013 a un 21 % en 2015 y a menos de un 15 % en las últimas primarias.
El método de construcción política de Massa, basado en una diferenciación tajante con respecto al espacio peronista, llegó a su fin. La decadencia electoral responde a una imposibilidad fatal de escapar a la lógica binaria de la política nacional. Además, lo que aún mantiene en votos puede parecer poco en términos absolutos, nacionales, pero que no es para nada desdeñable para jugar dentro del espacio peronista.
Desde la mesa chica se recalca que "fuera de la provincia de Buenos Aires, Sergio no deterioró a los peronismos locales en ningún distrito. Dialogamos y apoyamos a candidatos peronistas, desde Tierra del Fuego hasta Chubut, pasando por La Pampa, Entre Ríos, Corrientes y Río Negro". "Tenemos un mapa nacional, provincia por provincia, para trabajar con los dirigentes peronistas".
Cristina Férnandez de Kirchner es el gran escollo para este proyecto panperonista, mucho más ahora, cuando acaba de demostrar con su candidatura al Senado que está dispuesta a dar pelea personalmente para evitar la dispersión del espacio que gobernó hasta 2015 e, incluso, a romper con la estructura pejotista.
"Para pensar en 2019, hay que empezar ahora: nosotros le tenemos que pegar más Cristina que al Gobierno. Por un lado, porque para muchos votantes, Cambiemos representa una idea valiosa. Y segundo, porque los que venimos de una tradición peronista solamente vamos a poder ganar cuando ella salga definitivamente de la escena. Mientras esté vigente y siga dividiendo el voto opositor, el macrismo nos va a ganar toda la vida", dijo el referente bonaerense del FR.
"Es cierto que con ella en la cancha todo es mucho más difícil, pero la suya es una postura de patas cortas: en el sistema electoral argentino hay segunda vuelta...", recordó el asesor de Massa. "El voto K no está atado. Lo que hay que hacer es demostrarle a la gente que la insistencia de Cristina es funcional a Macri y que obstruye la construcción de un proceso integrador de la oposición", amplía.
La idea es que hacia el futuro no tan lejano, hay que aceitar los contactos con el peronismo no K, el bonaerense y el del interior del país. Con el tiempo, generar espacios de confluencia y ya cerca de 2019, pergeñar acuerdos que permitan dirimir candidaturas y presentar a Massa dentro de ese espacio como el receptor natural del voto útil opositor, capaz de ganarle primero a Cristina y en balotaje, a Mauricio Macri.