21/04/2020

Argentina

cuarentena

El drama del hambre: piden permiso para ir a pescar en Jujuy

Algunos desesperados deben sortear controles para alimentar a sus familias en la cuarentena. Vivían de changas y quieren que no los detengan por buscar comida en los ríos.
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El drama del hambre: piden permiso para ir a pescar en Jujuy

Corresponsalía Jujuy. Familias de escasos recursos que como consecuencia del aislamiento social, no pueden solventar los gastos de alimentación hicieron un llamado desesperado a las autoridades.

Es gente del Ramal, cerca de San Pedro, que no tiene un salario fijo, se dedica a las changas o venta callejera y no lograron ingresar al plan de ayuda brindado por el Gobierno nacional, y por eso debe recurrir a la pesca para llevar el sustento a sus hijos.

El pedido es para que se considere su situación y las autoridades no los multen ni determinen como delito esta actividad que sólo intenta mitigar en parte la acuciante situación que sufren.

Estas personas dijeron que es muy triste que deban salir de modo furtivo a la noche a algunos de los cursos de agua cercanos a la ciudad de San Pedro para pescar y llevar comida a sus hogares.

Algunas de estas familias, además sufrieron la pérdida de sus animales con las últimas crecientes, viendo arrasadas las escasas plantaciones que intentaron producir a la vera de los ríos.

Muchos padres están pasando por esta situación, no tienen los medios para alimentar a sus familias y apelan a la naturaleza para proveerse del sustento diario. Aseguraron que no están depredando sino tomando lo que necesitan para vivir.

"Sabemos que primero está la vida, que debemos cuidarnos, pero también es cierto que nuestra familia tiene que comer. Como hemos podido tiramos un mes, pero la plata se acabó, no tenemos donde trabajar, vamos a la feria a hacer algunas "changuitas", aceptamos lo que sea, incluso verduras o frutas que están picadas, todo sirve para la olla. La otra noche, en esta vieja moto que me quedó gracias a aquellas zafras en el ingenio, salimos como delincuentes, a las escondidas para poder llegar al río a pescar y esperamos la mañana para regresar. Sólo pedimos que nos permitan ir en busca de algunos pescados sin temor a que nos metan presos", comenzaba el relato de dos padres de familia. Uno es un policía retirado que desde hace más de medio año no percibe su pensión y aguarda, luego de tantos años de servicio, que comiencen a pagarle, otro, reside en un lote azucarero de La Esperanza, y debido a la crítica situación, tuvo que traer a su familia a la casa de sus padres para que puedan tener un plato de comida. Ambos pidieron reserva de identidad.




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