22/06/2023

Tucumán

Economía

La alarmante realidad en Tucumán: $185.740 mensuales son necesarios para que una familia tipo no sea considerada pobre

En lo que llevamos de 2023, la CBT experimenta un aumento de casi $52.300 en la provincia.

En los primeros cinco meses del año, los gastos en alimentos y servicios esenciales para una familia típica aumentaron casi un 40%. Hasta ahora en 2023, la Canasta Básica Total (CBT) en Tucumán ha aumentado en casi $52,300 y en mayo alcanzó los $185,740 para un matrimonio con dos hijos pequeños. 

Si la familia no logra reunir esa cantidad de dinero, se encontrará por debajo del umbral de pobreza. La CBT provincial ha estado apenas por debajo de la inflación acumulada entre enero y mayo, que fue del 41.4%, según los datos publicados por la Dirección de Estadística de la Provincia. 

En comparación con el año anterior, esta canasta ha aumentado un 111.9%, un poco más que el Índice de Precios al Consumidor. El aumento en el costo de la Canasta Básica Total refleja una tendencia al alza en la tasa de pobreza, que, según la Universidad Católica Argentina (UCA), se espera que supere el 43% de la población argentina. 

En Tucumán, el índice de pobreza en 2022 fue del 43.5%, por lo que se espera un nuevo ajuste en la medición que se dará a conocer a fines de septiembre con el informe del primer semestre de este año. 

La situación es aún más complicada cuando se analiza la evolución de la Canasta Básica Alimentaria (CBA). En Tucumán, una familia típica necesitó $91,498 en mayo para no ser considerada indigente. 

"La indigencia y la pobreza afectan más a los hogares en villas y a aquellos de estratos ocupacionales y socioeconómicos bajos. Sin embargo, los nuevos pobres antes y después de la pandemia provienen de las clases medias tradicionales no profesionales", señaló un informe del Observatorio de la Deuda Social de la UCA. 

"A pesar de que los programas de transferencia de ingresos y asistencia alimentaria han aumentado durante el período analizado (2017-2022), lo cual demuestra el papel del Estado en satisfacer las necesidades básicas de los hogares y la población, el informe académico indica que el impacto de las transferencias de ingresos en la reducción de la pobreza es menor que en la disminución de la indigencia".

A nivel nacional, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC) informó que en mayo una familia típica debía reunir $217,916 para no ser considerada pobre, mientras que para no caer en la indigencia se necesitaban $99,053 mensuales.

Las variaciones interanuales de la CBA y la CBT fueron del 122.6% y 118.6%, respectivamente. En los primeros cinco meses del año, estos índices han aumentado un 47.4% y un 42.9%, respectivamente.

En lo que va del año, esta canasta ha aumentado un 49.5%, es decir, ocho puntos porcentuales más que la inflación, debido al aumento observado en los alimentos de consumo masivo. En comparación con el año anterior, la CBA de Tucumán ha aumentado un 119%.

Según el informe de Ecolatina, los hogares de menores recursos destinan una proporción más alta de sus ingresos al consumo de alimentos y bebidas. En promedio, dentro de la canasta del 40% de los hogares más pobres, los alimentos representan el 32% del gasto, mientras que en el otro 60% de las familias con mayores ingresos, este rubro explica el 21% del gasto. En contraste, los hogares de mayores ingresos gastan una mayor proporción de sus ingresos en artículos para el hogar, educación, esparcimiento o salud.

En cuanto al gasto en alimentos, bebidas e indumentaria, estos rubros representan casi la mitad (44%) del gasto del 10% de los hogares más pobres. 

Sin embargo, en el 10% de los hogares más ricos, estos dos rubros explican menos de un 20%, menos de la mitad del gasto total, según indica la consultora. Esto evidencia la disparidad en el impacto de la inflación y el consiguiente aumento de la pobreza.

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