02/10/2017

Tucumán

Una joven habia denunciado un intento de secuestro y violación pero se comprobó que fue mentira

El fiscal determinó que la estudiante realice sesiones de terapia debido a sus fabulaciones que provocaron una importante movilización de fuerzas de seguridad.
Una joven habia denunciado un intento de secuestro y violación pero se comprobó que fue mentira | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

Por la denuncia se secuestró un auto con características similares a las que describió la estudiante.

Una importante movilización de fuerzas de seguridad se produjo días atrás en San Miguel de Tucumán, cuando una estudiante denunció que fue secuestrada, víctima de un intento de abuso e incluso relató que vio a otra rehén dentro, sin embargo se comprobó que todo fue una fabulación.

Según había informado el portal Periódico Móvil el miércoles pasado, una joven de 19 años dijo que caminaba por la avenida Papa Francisco de San Miguel de Tucumán cuando fue interceptada por un hombre que la obligó a subir a un Toyota Corolla negro con vidrios polarizados. Agregó que al ingresar al vehículo descubrió a otra joven maniatada e inconsciente.

La falsa víctima relató que sus captores le habían administrado algún tipo de sustancia que le ocasionó pérdida de conocimiento. Al despertarse dijo que se dio cuenta que la habían dejado abandonada en la autopista San Martín que conduce a la ciudad de Famaillá. No había sido golpeada ni abusada sexualmente, a pesar de que la habían amenazado, y tampoco le habían robado ninguna de sus pertenencias. La ficción tenía ese lujo de detalles.

Para esclarecer el "caso", se movilizó a las divisiones Trata de Personas y Delitos contra las Personas tucuamana con un equipo de por lo menos 10 efectivos. En paralelo, a través de una circular radial, se puso en conocimientos a las cinco regionales para que trataran de ubicar un vehículo de esas características con tres ocupantes, especialmente en los puntos limítrofes de la provincia. Las camionetas y motos del Servicio 911 también se sumaron a los operativos.

Sin embargo, el diario La Gaceta reveló que mientras los uniformados hacían su trabajo, el fiscal López Ávila escuchó atentamente a la joven y le pidió que le entregara el celular para realizar una serie de pericias. El investigador le contó que, analizando el teléfono, podrían detectar por donde la habrían llevado e incluso determinar si lo habían utilizado para comunicarse. Esa información, según confiaron varias fuentes judiciales, desfiguró el rostro de la estudiante universitaria.

El fiscal, entonces, decidió mantener una charla con la denunciante, que según los testigos duró poco más 10 minutos. Después, el funcionario habló con los padres de la chica para anunciarles que su hija no había sido víctima de ningún delito y que ella misma se encargaría de decir la verdad.

 

 




Recomienda esta nota: