25/06/2020

Tucumán

Denuncia

Entraron a Tucumán y les quitaron el auto: varias denuncias contra la policía por hacer una "cama" en el límite fronterizo

Taxistas que ingresaron a nuestra provincia para dejar tucumanos repatriados hablan de una trampa.

Mariana Romero reveló en una serie mensajes de Twitter lo que ocurre en los controles fronterizos de la policía de Tucumán y cómo quienes no tienen permiso para circular, sortean las restricciones sanitarias impuestas por el Comité Operativo de Emergencia Covid-19.


En un informe para Los Primeros, cuenta la situación que atravesaron cuatro taxistas en el ingreso a la provincia por Santiago del Estero, en lo parece una trampa. De acuerdo a lo que relatan los conductores, son derivados a la Terminal de Omnibus para el control sanitario, donde al comprobar que llegaron sin permiso de circulación, les secuestran el vehículo y les abren una demanda judicial o bien, pueden evitar todo efectuando una “donación” al sistema provincial de salud.

"Vean esto que está pasando en Tucumán porque es de no creer. Pero presten atención, yo voy a tratar de contarlo cronológicamente para que se vaya entendiendo por qué Tucumán es hoy una trampa. Literal", relató Romero y luego siguió con un hilo de tuits que aquí reproducimos:

Todo comienza en el límite entre Santiago del Estero y Tucumán sobre la ruta nacional 9. Vamos a contarlo de acuerdo a cómo nos fuimos enterando. El 11 de junio, dos taxistas llegaron al límite entre Santiago y Tucumán. Traían a una pasajera repatriada con tres hijos que tenía permiso para regresar. Era la cuarta vez que estos taxistas hacían este viaje

El plan original era, como en los viajes anteriores, no entrar a la provincia de Tucumán. Los pasajeros se bajan, entran a pie y un vehículo tucumano los recoge. Los llevan hasta la Terminal de Ómnibus custodiados por el Sistema Provincial de Salud (Siprosa).

El Siprosa les retiene durante el viaje los DNI para que no se queden en el camino. En la Terminal se les hace un control de síntomas, llenan una declaración jurada y pasan a cuarentena obligatoria, con doble hisopado.

Mientras tanto, los taxistas, que nunca ingresan a territorio tucumano, dan la vuelta con el taxi y se vuelven por Santiago del Estero. Hasta aquí, el plan. Era lo que los taxistas venían haciendo en los viajes anteriores y lo que planeaban hacer.

Pero ese día, el 11 de junio, la Policía de Tucumán les informa que el protocolo había cambiado y que ahora tenían que ingresar a la Provincia y llevar ellos a sus pasajeros hasta la terminal de Ómnibus. Ellos dijeron que no, por dos motivos:

1. Porque el viaje se hacía más largo.

2. Porque sabían que les faltaba un permiso provincial, que otorga el COE (Comité Operativo de Emergencias, un órgano administrativo de Tucumán para la pandemia)

Así que dicen que no, que no van a pasar. Pero la Policía les insiste que pasen, que no hacía falta esa autorización y que miren, ahí estaba el ministro de Seguridad de la Provincia, Claudio Maley, en persona, diciendo que pasen. Así que pasan. (Aclaración: los taxistas aseguran haber visto al ministro ahí ese día. Otras personas que participan del operativo y que estuvieron ahí confirmaron que Maley estaba. Pero el Ministro todavía no dio declaraciones al respecto)

Pasan. Les dicen que dejen a los pasajeros en la terminal, no se bajen del auto y vuelvan a salir de la provincia por el mismo cruce por el que entraron. Pero cuando llegan a la Terminal los agarra la Policía. Y les quita el auto. Claro, les faltaba el permiso.

Al auto se lo llevan y a ellos los hacen dormir en la Terminal. Después, les dicen que tienen que ir a cuarentena, en hotel (si pueden pagarlo) o en albergue (gratis). Van a hotel. Se las hago corta...

Les abrieron una causa penal por incumplir las disposiciones (circulaban sin el permiso del COE).

La pregunta es: si les faltaba documentación ¿por qué los dejaron entrar a la provincia? ¿A nadie se le ocurre investigar qué pasó en el límite que dejaron entrar a dos taxistas sin permiso? Eso sin contar que los taxistas aseguran que les dijeron que no querían entrar y les insistieron para que entren.

En fin, los hicieron entrar sin la documentación y ahora tenían causa penal abierta. La opción era ir a juicio y probar su inocencia o... (aquí viene lo interesante) la otra opción era pagar. Hacer una "donación" al Siprosa, una forma de resolución de causa sin la necesidad de llegar a juicio. Y los taxistas querían ir a juicio. Pero acá viene el problema: un taxista no puede tener causa penal abierta porque pierde la licencia.

Así que, en realidad, no había muchas alternativas. O pagaban o pagaban. Y pagaron. $ 40.000. Más el hotel y los días parados, el chiste los terminó casi fundiendo. Hasta aquí podemos decir que alguna mano negra les hizo una cama, los hizo pasar a la provincia sin los permisos correspondientes para sacarles plata. Algún pícaro, algún despistado, algún incompetente...

Diez días más tarde, llegan al mismo puesto limítrofe otro taxista, esta vez cordobés: Guillermo Navarro. Venía también sin permiso del COE. Según su relato, le dicen que pase nomás, deje a los repatriados en la terminal, que no se baje del auto y vuelva a salir de la provincia. Navarro pasa, llega a la Terminal y le quitan el auto.

Ese mismo día, ocurre lo mismo con un taxista porteño: Franco Vázquez. Vazquez incluso se resistió a entrar pero, según su relato, a él le dijeron que era obligación. Lo mismo: llega a la terminal y le sacan el auto. Los dos están hoy en un albergue, sin saber si tienen causa judicial abierta y cuánto van a tener que pagar para que no les armen causa penal.

Y, a esta altura, uno empieza a dudar de que se trate de errores, de cuatro errores aislados. ¿Los están haciendo pasar para sacarles el auto, cobrarles la "donación" a cambio de cerrarles la causa penal, sabiendo que un taxista no puede tener causa abierta?

Hoy al mediodía llegó al mismo puesto limítrofe el taxista Marcelo Kraft, trayendo repatriados a una abuela con su nieto. Quiso dejarlos en el límite, donde los esperaba su sobrino pero le dijeron que tenía que pasar a territorio tucumano y dejarlos en la terminal.

Pero este taxista ya venía advertido, porque los mendocinos de la semana pasada hicieron correr la voz en todo el país a los taxistas que NO ENTREN A TUCUMAN, SIN IMPORTAR LO QUE LES DIGAN EN EL PUESTO LIMÍTROFE. Así que se negó a entrar.

Así que la pregunta que queda, lisa y llana es la siguiente: ¿POR QUÉ ESTÁN DEJANDO PASAR A TUCUMÁN A TAXISTAS QUE NO TIENEN PERMISO PARA ENTRAR? O, en realidad ¿para qué?




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