19/01/2018

Sucesos

Una mujer prostituía a su hija y a una sobrina de 15 años en Pinamar

Ofrecía a las adolescentes en una página de internet y las explotaba en un departamento de Ostende.
Una mujer prostituía a su hija y a una sobrina de 15 años en Pinamar | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

La detenida podría recibir hasta 10 años de cárcel.

Cerca de las 12 de la noche de la madrugada del jueves, agentes de la Policía de Villa Gesell irrumpieron en una vivienda de verano en Ostende, partido de Pinamar. En el dúplex encontraron a una mujer de 42 años junto a su hija y su sobrina, ambas de 15 años, que eran explotadas sexualmente. Además en la vivienda vivía un bebé, hijo de una de las chicas.


La mujer, que quedó detenida, llevó a las chicas a Ostende un día antes de la Navidad para "pasar" la temporada de verano. Alquiló un departamento y publicó el aviso en internet. Ofrecía servicios sexuales de dos chicas a las que hacía pasar por mayores de edad. A los pocos días los investigadores descubrieron el delito. Sin embargo, cuando allanaron el lugar se encontraron con que las prostitutas eran menores de edad y que eran familiares de la proxeneta.


Según determinaron los investigadores de la fiscalía especializada en Trata de Madariaga a cargo de Walter Mercuri, la mujer ofrecía los servicios de las nenas a través de un sitio web de avisos clasificados. Cobraba 1500 pesos por un rato de sexo con menores. "Pero no sabíamos que eran adolescentes, lo descubrimos cuando entramos, en los avisos y las consultas telefónicas decía que eran mayores", explicó a Infobae una fuente policial que participó del allanamiento.


Según declaró la detenida esta mañana ante el fiscal Mercuri, llegaron de Florencio Varela, en el conurbano bonaerense, donde ya la acusada explotaba a su hija y a su sobrina. La investigación arrancó los últimos días del año pasado. Determinó que las tres mujeres junto al bebé llegaron el 24 de diciembre a Ostende. En el dúplex donde vivían y ofrecían los servicios encontraron ropa interior, pelucas rubias, juguetes sexuales y dinero.


De acuerdo con la investigación, que incluyó escuchas telefónicas e intervención de audios de Whatsapp de la detenida, la mayoría de los clientes eran turistas, pero también había habitantes de la zona. También ejercían la prostitución a domicilio, a donde iban acompañadas por una custodia.


La mujer detenida está acusada del delito de "Promoción, facilitación y explotación de la prostitución de menores de edad doblemente agravado, por el vínculo y por ser menores de 18 de años". Le corresponde una pena mínima de 10 años de prisión.


Este viernes, tras la detención de la madre de una de ellas, las dos chicas contaron ante la Justicia su historia de vida, con una estremecedora paradoja: "Nadie nos obligó, lo hacemos para tener dinero". Las tres mujeres más un bebé llegaron a Pinamar el 24 de diciembre. Y empezaron a trabajar el 2 de enero. Las dos chicas sabían a lo que venían, le dijeron al fiscal del caso. Y ya se dedicaban a la prostitución antes de llegar a la Costa, en casas particulares en el conurbano bonaerense.


Paula Cristina Aranda, de 42 años, ahora detenida, se encargó de alquilar el dúplex en el balneario de Ostende y era la que regenteaba la actividad de las adolescentes, ambas de 15 años.




En sus respectivas declaraciones las dos chicas contaron que trabajaban voluntariamente por necesidad económica. "Tengo 15 años, tengo un hijo y tengo que alimentarlo. Nadie me toma para trabajar por mi situación, no tengo al padre de mi hijo y vi en esto una posibilidad de ganar mucha plata fácil. Lo veo como un ingreso de dinero fácil", comentó la hija de Aranda.


La otra joven era vecina del barrio donde viven durante el año Aranda y su hija, en Florencio Varela. "Es como una tía del corazón", contó a la Justicia, respecto de la proxeneta, quien les ofreció a las dos ir a "trabajar" a Pinamar. El plan era hacerlo durante enero. Y si les iba bien, se quedarían durante todo febrero. Pero las chicas ya sabían de qué se trataba su trabajo. Según contaron en su declaración testimonial, lo hacen desde los 14 años.


"Me gusta tener plata y no tenía trabajo, y así lo lograba", declaró la otra joven, quien engañó a su madre cuando le contó que viajaba todo enero a Ostende. La mamá de ella se enteró tras el allanamiento de lo que hacía su hija, no solo en Pinamar, también en Buenos Aires. Fuentes policiales contaron que la mujer no paraba de llorar cuando le relataron lo que pasaba. "A mí me dijo que venía a cuidar a un bebé", sollozó.


El bebé del que habla es el hijo de la otra adolescente, el nieto de Aranda, quien cuidaba al chico mientras su hija tenía relaciones sexuales con los clientes. "Ellas atendían en el piso de arriba y la mujer se quedaba con el chiquito abajo", explicaron los investigadores del caso a Infobae.


Las jóvenes cobraban 1.500 pesos el "pase" sexual. Ellas recibían el dinero y le entregaban todo a Aranda, quien les devolvía la mitad. La madama que regenteaba está detenida por el delito de "promoción, facilitación y explotación de la prostitución de menores de edad doblemente agravado, por el vínculo y por ser menores de 18 de años", un delito que prevé una pena mínima de 10 años de prisión. "Lo hicieron sabiendo lo que hacían. La que administraba era la madre de una de ellas. Y si bien la plata se les pagaba a las chicas, ellas le tenían que dar el 50% a la proxeneta", detalló un investigador.


"Vinimos a la Costa para recaudar más plata", admitieron las adolescentes. "Ellas lo tomaron como un trabajo voluntario porque querían plata, pero eso no exime de pena a la imputada, y por otro lado, no tienen conciencia de que eran explotadas", comentó la fuente del caso, quien, no obstante, admitió que no había "situación de esclavitud".




Recomienda esta nota: