Opinión
El Dipy es lo mejor que tienen para ofrecer
Un solo ñato, David Adrián Martínez, ha puesto en evidencia la atroz falta de oposición política de la Argentina. Es músico de cumbia villera y le dicen “el Dipy”. Habla, y los medios enemigos del gobierno, reproducen sus dichos, oiga, como si fuera Lisandro de la Torre, Leandro Antonio Alem, Arturo Frondizi.
Los argentinos de a pie merecemos a alguien más preparado haciendo oposición. No pedimos un Winston Churchill, un Charles De Gaulle, pero tampoco al autor de “Estamos más allá de mi rosquete” o “Guampa chata”, dicho esto sin el más mínimo ánimo de ofender los gustos musicales de nadie.
El presidente Raúl Alfonsín tuvo contrincantes políticos de fuste: Antonio Cafiero, José Manuel de la Sota o el mismo Carlos Menem. Fijesé, a pesar de los paros, nadie se animó a calificar a Saúl Ubaldini como opositor ideológico, no le hubiera durado ni un round al radical.
La oposición de hoy se conforma con “el Dipy”. Si es la única piedra para tirarle al gobierno, no digo que no ganen de nuevo, pero volverán a ser un desastre, como probaron ser en cuatro años: buenos para nada, inútiles, timoratos. Paparulos.
Si esto ayuda al cumbiambero a vender más discos, ¡enhorabuena!, pero busquen en sus filas uno que sepa, cómo viene la mano, cómo es la cosa, la definición clásica de política, así al menos desde el gobierno les tiran el hueso de responderles en forma. Si no lo hacen por nosotros, háganlo por ustedes.