06/06/2021

Argentina

POR LAS NUBES

Ni roja, ni blanca: también bajó el consumo de carne de pollo

La producción avícola declinó en las provincias líderes en producción avícola y subió muy levemente en algunas zonas marginales para el sector.

Un informe en base a datos del ministerio de Agricultura precisó la fuerte caída de la faena y las exportaciones y relacionó la evolución de salarios y los precios de los distintos tipos de carne.
Pese al abaratamiento de su precio relativo respecto a la carne vacuna, la faena de pollo siguió cayendo y el consumo se estancó en el primer trimestre del año.
En el período enero-marzo, dice un trabajo de Nicolás Torre, investigador del Ieral de la Fundación Mediterránea, la faena avícola se contrajo un 5,4% respecto de igual período de 2020, según datos publicados por la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Pese al abaratamiento de su precio relativo respecto a la carne vacuna, la faena de pollo siguió cayendo y el consumo se estancó en el primer trimestre del año.
En el período enero-marzo, dice un trabajo de Nicolás Torre, investigador del Ieral de la Fundación Mediterránea, la faena avícola se contrajo un 5,4% respecto de igual período de 2020, según datos publicados por la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales del Ministerio de Agricultura de la Nación.
Además, entre el primer trimestre del año pasado y el actual el poder adquisitivo del salario en términos del precio del pollo se redujo un 14%, pese a lo cual hubo cierto trasvasamiento del consumo hacia esta carne blanca, debido al encarecimiento del precio de la carne vacuna.
La producción avícola declinó en las provincias líderes en producción avícola y subió muy levemente en algunas zonas marginales para el sector. En Entre Ríos, líder con 51,9% de la faena nacional de pollos, la caída fue del 4%, Buenos Aires, la segunda provincia más importante en producción, con 34,2% , la caída fue mucho más notable, un 10,7% de retracción.
Esas dos provincias explican el 86% de la faena avícola argentina y su retroceso no pudo ser compensado con el aumento del 10,2% en la producción de Santa Fe (4,9%) de la producción nacional (Córdoba, 3,8% de la producción nacional, cuya producción aumentó apenas 0,3%) y Río Negro (2,7% de la faena total y 1,1% de aumento productivo). En el resto del país, que abarca 2,4% de la faena, el aumento fue también menor, 1,6 por ciento.
Según el investigador, para entender el cambio de tendencia en el consumo de carnes es necesario revisar la relación entre el consumo, el precio de la carne aviar, los salarios y el valor de las exportaciones avícolas. Al respecto, precisa que en los 12 meses transcurridos de marzo 2020 a marzo 2021 la carne de pollo destinada al mercado interno aumentó 51%, contra una suba de salarios del orden del 35%, pero la demanda se sostuvo porque en el mismo período el precio de la carne bovina aumentó nada menos que 75% y la de cerdo lo hizo en un 52 por ciento.
De esa forma, en términos de poder de compra de los consumidores (cantidad de kilos de carne adquiribles con un salario mensual), considerando un salario por trabajador registrado del sector privado (desestacionalizado) de $ 75.750 en el primer trimestre de 2021 permitió comprar 445 kilos de Pollo, contra 519 en el mismo período de 2020, una pérdida de 74 kilos o del 14% del poder adquisitivo.
Pese a eso, el consumo per cápita de carne de pollo subió levemente, de 45,3 a 45,4 Kilos per cápita (en términos anualizados), lo que se explicaría por la pronunciada caída del consumo de carne vacuna, que en abril, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) alcanzó nivel más bajo de los últimos cien años.
Igualmente, en la canasta de consumo hubo un desvío “sustitutivo” de carne bovina hacia carne de pollo. Y como además en el frente externo los precios de exportación de la carne aviar están en los mínimos de los últimos 12 meses, a unos USD 1.332 la tonelada, lo que llevó a una caída del 10% en las exportaciones de carne aviar, que a su vez fue determinante en la rentabilidad y los estímulos productivos internos que llevaron a la caída de la faena en la “zona núcleo” (Entre Ríos y Buenos Aires) de la producción aviar.
Un informe en base a datos del ministerio de Agricultura precisó la fuerte caída de la faena y las exportaciones y relacionó la evolución de salarios y los precios de los distintos tipos de carne.

Pese al abaratamiento de su precio relativo respecto a la carne vacuna, la faena de pollo siguió cayendo y el consumo se estancó en el primer trimestre del año.

En el período enero-marzo, dice un trabajo de Nicolás Torre, investigador del Ieral de la Fundación Mediterránea, la faena avícola se contrajo un 5,4% respecto de igual período de 2020, según datos publicados por la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales del Ministerio de Agricultura de la Nación.

Pese al abaratamiento de su precio relativo respecto a la carne vacuna, la faena de pollo siguió cayendo y el consumo se estancó en el primer trimestre del año.

En el período enero-marzo, dice un trabajo de Nicolás Torre, investigador del Ieral de la Fundación Mediterránea, la faena avícola se contrajo un 5,4% respecto de igual período de 2020, según datos publicados por la Dirección de Porcinos, Aves de Granja y No Tradicionales del Ministerio de Agricultura de la Nación.

Además, entre el primer trimestre del año pasado y el actual el poder adquisitivo del salario en términos del precio del pollo se redujo un 14%, pese a lo cual hubo cierto trasvasamiento del consumo hacia esta carne blanca, debido al encarecimiento del precio de la carne vacuna.

La producción avícola declinó en las provincias líderes en producción avícola y subió muy levemente en algunas zonas marginales para el sector. En Entre Ríos, líder con 51,9% de la faena nacional de pollos, la caída fue del 4%, Buenos Aires, la segunda provincia más importante en producción, con 34,2%, la caída fue mucho más notable, un 10,7% de retracción.

Esas dos provincias explican el 86% de la faena avícola argentina y su retroceso no pudo ser compensado con el aumento del 10,2% en la producción de Santa Fe (4,9%) de la producción nacional (Córdoba, 3,8% de la producción nacional, cuya producción aumentó apenas 0,3%) y Río Negro (2,7% de la faena total y 1,1% de aumento productivo). En el resto del país, que abarca 2,4% de la faena, el aumento fue también menor, 1,6 por ciento.

Según el investigador, para entender el cambio de tendencia en el consumo de carnes es necesario revisar la relación entre el consumo, el precio de la carne aviar, los salarios y el valor de las exportaciones avícolas. Al respecto, precisa que en los 12 meses transcurridos de marzo 2020 a marzo 2021 la carne de pollo destinada al mercado interno aumentó 51%, contra una suba de salarios del orden del 35%, pero la demanda se sostuvo porque en el mismo período el precio de la carne bovina aumentó nada menos que 75% y la de cerdo lo hizo en un 52 por ciento.

De esa forma, en términos de poder de compra de los consumidores (cantidad de kilos de carne adquiribles con un salario mensual), considerando un salario por trabajador registrado del sector privado (desestacionalizado) de $ 75.750 en el primer trimestre de 2021 permitió comprar 445 kilos de Pollo, contra 519 en el mismo período de 2020, una pérdida de 74 kilos o del 14% del poder adquisitivo.

Pese a eso, el consumo per cápita de carne de pollo subió levemente, de 45,3 a 45,4 Kilos per cápita (en términos anualizados), lo que se explicaría por la pronunciada caída del consumo de carne vacuna, que en abril, según datos de la Cámara de la Industria y el Comercio de Carnes y Derivados de la República Argentina (Ciccra) alcanzó nivel más bajo de los últimos cien años.
Igualmente, en la canasta de consumo hubo un desvío “sustitutivo” de carne bovina hacia carne de pollo. Y como además en el frente externo los precios de exportación de la carne aviar están en los mínimos de los últimos 12 meses, a unos USD 1.332 la tonelada, lo que llevó a una caída del 10% en las exportaciones de carne aviar, que a su vez fue determinante en la rentabilidad y los estímulos productivos internos que llevaron a la caída de la faena en la “zona núcleo” (Entre Ríos y Buenos Aires) de la producción aviar.
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