25/12/2017

El mundo

Liberaron a 36 presos políticos en Venezuela

Se espera que en las próximas horas y días sean liberados el resto de hasta 80 presos de la primera tanda anunciada por Delcy Rodríguez.
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Delcy Rodriguez, presidenta de la ANC.

Con la liberación esta mañana de los jóvenes opositores Carlos Velasco (18 años) y Carlos Pereira (19) ya suman 36 los presos políticos liberados por el chavismo en las últimas horas.

Ambos fueron detenidos durante las protestas antigubernamentales de este año, pese a no disponer los órganos de represión revolucionaria de ninguna prueba contra ellos. Pereira acudía a las manifestaciones armado con una libreta y un bolígrafo para describir lo que allí sucedía y Velasco fue capturado cuando socorría a una persona afectada por gases lacrimógenos.

"A la juventud, seamos fuertes, resistamos a esto, que es pasajero", señaló Pereira ya en libertad.

Alfredo Romero, director del Foro Penal Venezolano, incluye en el listado elaborado por su organización a dirigentes, premios Sarajov, estudiantes, profesores, tuiteros, periodistas y a 12 de los policías municipales de Chacao, que han permanecido encerrados en la siniestra sede del Servicio Bolivariano de Inteligencia (Sebin) en Caracas pese a contar con la boleta de excarcelación emitida por los jueces desde hace más de un año.

"Incluso con las liberaciones de ayer y hoy seguimos teniendo la mayor cantidad de presos políticos en Navidad. La mejora no está solo en liberar a algunos, sino en liberar a todos y no encarcelar a más", reseñó Romero. En las mazmorras bolivarianas permanecen 234 personas por motivos políticos.

El órgano revolucionario escenificó ayer una ceremonia de arrepentimiento y subordinación con 13 presos, conducidos a los salones de la Cancillería desde sus prisiones, como si se tratase de la Inquisición revolucionaria. La ANC les exigió que reconocieran unos "delitos" que no han cometido.

El historiador Enrique Aristeguieta ha recuperado un episodio parecido en la Venezuela del dictador Juan Vicente Gómez, en las primeras décadas del siglo pasado. "En las raras ocasiones que se liberaba a un preso político, el afortunado ciudadano tenía que enviarle un telegrama al general, quien lo había hecho detener, dándole las gracias por soltarlo", describe en sus redes sociales.

La orden de liberación fue decretada por la ANC tras la recomendación emitida por la Comisión para la Verdad, la Justicia, la Paz y la Tranquilidad Pública, aunque realmente son las negociaciones en Santo Domingo entre gobierno y oposición las que han precipitado las liberaciones, todas ellas con medidas cautelares, aunque los propios interesados desconocen cuáles van a ser los límites a su libertad.

"Que los liberados hayan sido llevados ante la ANC no legitima a ese órgano. Nadie ni nada puede legitimarla. De hecho, quedó en evidencia, todavía con más fuerza, la ilegitimidad de la fraudulenta constituyente", subrayó el jurista y constitucionalista José Ignacio Hernández.

"Nunca debieron estar presos. Es un gesto en la dirección correcta. El trabajo debe seguir hasta que no quede uno solo y recuperemos la alternabilidad electora", resumió Vicente Díaz, exrector del Consejo Nacional Electoral (CNE) y miembro de la delegación opositora en la capital dominicana.

Entre los últimos liberados se encuentra Roberto Picón, uno de los cerebros electorales de la oposición, detenido también durante las protestas en un intento de debilitar la maquinaria electoral de la Unidad Democrática. Parte de su encierro lo pasó en un cuarto de baño del Helicoide, la sede del Sebin.

El dirigente de mayor peso político liberado ayer es Alfredo Ramos, antiguo alcalde de Barquisimeto y uno de los líderes de La Causa R, un partido de la izquierda opositora. Ramos fue sacado a la fuerza de la alcaldía, tras ser sentenciado por el Tribunal Supremo. Otros alcaldes lograron huir antes de ser detenidos, como David Smolansky (El Hatillo) y Ramón Muchacho (Chacao).

Cada una de las historias de estos presos políticos de la revolución encierra muchas dosis de abuso, arbitrariedad y persecución. La gran mayoría permanecía en el limbo del sistema judicial, un laberinto con las únicas salidas abiertas que decreta el gobierno.

Historias como la de Andrea González, premio Sajarov del Parlamento Europeo, quien hace casi tres años fue acusada de participar en una conspiración contra la hija de Diosdado Cabello, jefe del ala militar bolivariana. Su acusador fue un asesino en serie infiltrado en las protestas de 2014, en otro guión del surrealismo trágico venezolano.

Profesores como Carlos Pérez y Santiago Guevara, tuiteros como Víctor Ugas, Rafael Liendo y Leonel Sánchez, líderes estudiantiles como los hermanos Sánchez y Jhosman Paredes pasarán en sus casas la Nochebuena más triste del último siglo en Venezuela. "No me arrepiento por protestar, lo haría mil veces por mí país", anunció el joven Édgar Vargas desde la puerta de la que fue su cárcel camino de la libertad.




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