Rosenkrantz expresó que la prisión preventiva no debería actuar como una manera encubierta de punitivismo

El nuevo presidente de la Corte Suprema de Justicia (CSJ), Carlos Rosenkrantz, en diálogo con el diario Clarín y La Nación fijó su criterio con respecto a la prisión preventiva. “Debe basarse en un razonable pronóstico acerca de la probabilidad de que el acusado pueda obstaculizar el proceso o fugarse, nunca puede ser la manera encubierta en que el Estado castigue a quien está sujeto a proceso", dijo.

En ese sentido, aseguró que ese criterio debe ser aplicado también para los imputados por lesa humanidad. “Le ley no establece distinciones y debe ser aplicada con principios neutrales sin importar la identidad de las partes", señaló.

Con esos argumentos, Rosenkrantz defendió su voto en la sentencia que benefició al genocida Luis Muiña a través de la aplicación del 2x1. Dijo que le costó porque sus emociones empatizaban con los críticos. “Yo no juré por mis emociones. Me costó decidir lo que decidí. Me costó emocionalmente, pero no tengo ninguna duda jurídica ni moral de que hice lo que tenía que hacer”.

Por otra parte, se refirió al almuerzo con Mauricio Macri en la Casa Rosada y dijo que fue “una instancia de relacionamiento institucional”. Además, sostuvo que “no tiene mucho sentido ver al Presidente de la Nación con regularidad” pero “sí con otros funcionarios del Poder Ejecutivo y también con el Congreso, porque hay muchos temas institucionales sobre los que hay que hablar”.

Entre los temas que habló con Macri estuvo la necesidad de que el Poder Judicial recorte sus gastos. Y señaló que “la cuestión no es si pagan o no Ganancias” sino en la intangibilidad de la remuneración. “Lo que está en juego es si eso implica una reducción del sueldo de bolsillo de los jueces y funcionarios. No es una cuestión de igualdad. Lo que no se quiere es que el salario sea reducido para pagar Ganancias”, añadió.

Con respecto a su gestión como presidente de la Corte, Rosenkrantz dijo que tiene el desafío de recuperar la credibilidad y le legitimidad del Poder Judicial para resolver los conflictos entre los argentinos. “Hay buenos jueces y malos jueces. Los jueces no elegimos a los jueces, y tampoco los removemos, de modo que no pueden hacernos responsables de su desempeño. Me gustaría que mi gestión contribuya a devolverle legitimidad y credibilidad al poder judicial. creo que es algo que se puede hacer, porque es algo en lo que todos los ministros de la Corte estamos comprometidos”.

Ante la pregunta de su vínculo con Ricardo Lorenzetti luego de la disputa por el Centro de Información Judicial, aseguró que le tiene mucho respeto. “Esa diferencia fue producto de un momento muy particular en donde las emotividades saltaron incontrolablemente”, concluyó. (politicargentina.com)