Putin alerta sobre un golpe de estado en Rusia, generando una situación de máxima tensión

El grupo paramilitar Wagner y el gobierno de Rusia, que hasta ahora eran aliados en su enfrentamiento con Ucrania, han aumentado sus diferencias con acusaciones mutuas de ataques a sus filas y la apertura de una investigación penal contra el líder Yevgeni Prigozhin por parte de Moscú, quien advirtió sobre el llamado a una "rebelión armada".

Inicialmente, Wagner acusó al Ejército ruso de bombardear sus bases en la retaguardia del frente con Ucrania y causar "un gran número" de bajas entre sus combatientes. Sin embargo, esta acusación fue desmentida por el Ejército ruso, que la consideró una provocación y afirmó que no se correspondía con la realidad.

El Ministerio de Defensa emitió un comunicado en el que indicó que los mensajes y videos difundidos en las redes sociales por Yevgeni Prigozhin sobre los supuestos bombardeos del Ministerio de Defensa ruso contra las bases de retaguardia del grupo paramilitar Wagner no eran verdaderos y constituían una provocación. 

Además, explicó que las Fuerzas Armadas rusas seguían llevando a cabo misiones de combate en la línea de contacto con las Fuerzas Armadas de Ucrania en el área de la operación militar especial. Esta es la forma en que Moscú se refiere a su invasión del territorio ucraniano. 

La respuesta del Ministerio de Defensa fue en reacción a las denuncias de un canal de Telegram perteneciente a la organización de mercenarios, que afirmaba que se había lanzado un ataque con misiles contra los campos de entrenamiento de Wagner, lo que había dejado muchas víctimas.

En un mensaje de audio difundido por su servicio de prensa, Prigozhin declaró: "El golpe ha sido asestado por militares del Ministerio de Defensa ruso. Han llevado a cabo bombardeos, bombardeos con misiles, contra nuestras bases de retaguardia. Un gran número de nuestros combatientes ha muerto". 

Prigozhin también prometió "responder" a estos ataques. Según informes de las agencias AFP y Sputnik, Prigozhin afirmó que el comité de comando del grupo Wagner había decidido tomar medidas contra aquellos que tenían responsabilidad militar en el país.

Sin embargo, posteriormente, el Servicio Federal de Rusia anunció la apertura de una investigación penal contra Prigozhin por incitar a la rebelión armada. Según el Comité Nacional Antiterrorista, citado por la agencia de noticias TASS, las acusaciones hechas en nombre de Yevgeny Prigozhin carecían de fundamento y habían llevado a la apertura de un caso penal por incitar a la rebelión armada.

Además, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que el presidente Vladimir Putin estaba al tanto de la situación relacionada con Prigozhin y estaba tomando decisiones al respecto, sin proporcionar más detalles. El líder del grupo paramilitar negó estar buscando un "golpe de Estado" después de instar a una sublevación contra el Estado Mayor ruso, y aclaró que se refería a una "marcha por la justicia".

Prigozhin declaró en un mensaje de audio difundido por su servicio de prensa: "No estamos llevando a cabo un golpe de Estado militar, sino una marcha por la justicia; nuestras acciones no obstaculizan a las Fuerzas Armadas". 

La dirección del Grupo Wagner, que lucha del lado de Rusia en la guerra en Ucrania, ha expresado críticas en varias ocasiones hacia las autoridades militares rusas y el ministro de Defensa, Sergei Shoigu, reprochándoles, entre otras cosas, la falta de suministros y municiones durante la batalla por Bajmut.

El 20 de mayo pasado, Prigozhin anunció la toma de la ciudad de Artiómovsk, conocida como Bajmut fuera de Rusia, ubicada al norte de Górlovka, en una zona de la República de Donetsk que hasta hace poco estaba bajo control de Kiev y es de gran importancia para el suministro de las tropas ucranianas en Donbás. 

Ese mismo día, el Ministerio de Defensa ruso confirmó que la ciudad había sido completamente liberada gracias a las ofensivas de las unidades de asalto de Wagner, respaldadas por la artillería y la aviación del Grupo de Fuerzas del Sur.

El mes pasado, Prigozhin solicitó a la Fiscalía de Rusia y al Comité de Investigación que examinaran posibles delitos cometidos por altos funcionarios del Ministerio de Defensa. 

A través de la red Telegram, el líder mercenario afirmó que había enviado cartas a las principales instituciones de investigación rusas para que investigaran si los funcionarios de Defensa podrían ser acusados de algún delito durante la operación militar o en sus preparativos.