Culturas
Cómo y por qué comenzaron los problemas de los católicos
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Cómo y por qué comenzaron los problemas de los católicos
El problema de la religión católica empezó, me parece, cuando la dejaron en manos de las viejas que iban a misa de siete. Los Cristos crucificados, tallados o de yeso, con que adornábamos nuestros templos, empezaron a ser flaquitos, rubios, de ojos celestes, ¡sin sangre! Ellas preparaban a los chicos para la primera comunión, señalando a Jesusito, un paliducho, amanerado, con los ojos en blanco, llorando.
Después lo empezaron a llevar al cura a sus reuniones de oración, a la feria de platos, a las clases de cocina de la parroquia. El tipo medio que se embolaba, pero era mejor que renegar con críos, enseñándoles el Evangelio, esas cosas.
Cuando lo tuvieron adobado al cura, empezaron a escribir ellas las vidas de los santos. Los fabricaron a su medida: buenitos, rezaban siempre, tenían una gran piedad, ayudaban al prójimo, nunca se portaban mal. Diga, a quién le iba a gustar una religión con esos próceres boluditos.
Al tiempo nos dimos con que los nuevos curas solo querían a), ser profesores universitarios b), hacer la revolución c), hablar mal de la religión sin renunciar al sacerdocio d), hacer cositas a los chicos o e), casarse. Ya estaba todo descuajeringado.
Ahora las beatitas se dan con que no hay misa porque tampoco hay curas, ya no hay forma de avisarle a la gente que los santos eran hombres de pelo en pecho y muchas santas eran de armas llevar. Endemientras, los infiltrados hacen daño desde adentro, aumentando el descrédito de la religión con su conducta escandalosa. Y lo peor de todo, no hay dios que los convenza de que hay Dios.
