18/03/2017

Tucumán

En Ticucho hallaron restos humanos de entre 1.500 y 2.000 años de antigüedad

Según constataron los profesionales del Instituto de Arqueología y Museo de la UNT (IAM), se trata de tres personas, pertenecientes a la cultura Candelaria.

Un nuevo descubrimiento histórico tuvo lugar en la provincia. Esta vez en Ticucho (Trancas). Según constataron los profesionales del Instituto de Arqueología y Museo de la UNT (IAM), se trata de los resto óseos de tres personas, pertenecientes a la cultura Candelaria, que vivieron entre 1.500 y 2.000 años atrás. Todavía no se sabe si eran hombres o mujeres, por lo que una vez trasladados a la sede del IAM serán analizados.

El descubrimiento se realizó el miércoles de la semana pasada en Escuela N° 309 de Ticucho, mientras se realizaban obras de ampliación del edificio. Ante el hallazgo, las autoridades de la escuela se comunicaron con la Policía forense, que de inmediato envió una odontóloga para realizar las primeras investigaciones.

“Son los primeros profesionales que intervienen porque puede tratarse de cadáveres de la época de la dictadura o de homicidios más actuales”, explicó Osvaldo Díaz, responsable del área de Arqueología de la Dirección de Patrimonio del Ente de Cultura.

Cuando la dentista determinó que se trataba de restos arqueológicos, el comisario notificó a Díaz y se iniciaron los trabajos. Junto con la comisión de rescate del Instituto de Arqueología y Museo de la UNT (IAM) comenzaron las tareas de investigación. Primero parecía que eran huesos de una persona, pero luego se estableció que se trata de tres.

“Aprovechamos este acontecimiento para darles una charla a los alumnos y a los profesores de la escuela sobre lo que significa un hallazgo arqueológico”, comentó Díaz.

Los restos humanos fueron enterrados de forma primaria, es decir, directamente en la tierra y no en urnas funerarias. Los arqueólogos no pudieron trabajar el jueves a causa de las tormentas, por lo que finalizaron los trabajos este viernes, después de que se escurrió el agua de la lluvia.

Por otro lado, la crecida del río Famaillá, provocada por las tormentas, impidió a los paleontólogos avanzar en el rescate del gliptodonte encontrado el 15 de febrero. Para trabajar, el equipo necesita tres o cuatro días de sol. Eso evita el riesgo de dejar expuesto el caparazón si la lluvia los obliga a detenerse. El objetivo es extraerlo a mediados de abril.





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