Según la ciencia los hombres deberían masturbarse al menos 21 veces al mes

El cáncer de próstata afecta a casi 900 mil hombres por año en el mundo, lo que equivale a más del 20% del total de los afectados de todo tipo de cáncer, y hasta el momento la ciencia no ha podido detenerlo. De todas maneras, lo que sí han podido hacer es descubrir las formas de prevención.

Tras una ardua investigación de casi dos décadas que llevó cabo la prestigiosa Universidad de Harvard, se ha llegado a la conclusión de que eyacular al menos 21 veces al mes puede reducir considerablemente el riesgo de cáncer de próstata.

La revista European Urology se encargó de publicar los resultados del estudio, el cual se basó en los datos aportados por 32 mil hombres durante 18 años. Los participantes informaron sus hábitos sexuales y la cantidad de veces que eyaculaban masturbándose, manteniendo sexo con otra persona o con poluciones nocturnas.

Fue así que los investigadores concluyeron que los que habían eyaculado al menos 21 veces al mes tuvieron menos de riesgo de sufrir la enfermedad en comparación con el resto. Incluso, vieron que los que eyaculaban pocas veces tenían mayores beneficios en su próstata que aquellos que no tenían vida sexual.

Según el estudio, los hombres que tenían entre 20 y 29 años y que eyaculaban al menos 21 veces al mes, eran un 19% menos propensos a sufrir este tipo de cáncer que los varones que sólo se habían masturbado entre 4 y 7 veces. El porcentaje mejora con la edad si se mantiene la alta actividad sexual. Por otro lado, los que tenían entre 40 y 49 años redujeron hasta un 22% las posibilidades de padecer este cáncer.

“Las infecciones originadas en la próstata se combaten mediante la extracción del semen. La frecuencia de la eyaculación es, hasta cierto punto, una medida del estado de salud general en que los hombres en el extremo muy bajo – de cero a tres veces al mes- eran más propensos a tener otros problemas médicos y morir prematuramente de otras causas diferentes al cáncer de próstata”, sostuvo Jennifer R. Rider, la científica al frente del estudio, en un comunicado de prensa.