09/12/2017

Deportes

Messi y la lateralidad cruzada que comparte con Rafael Nadal y Roger Federer

Se trata de una condición que porta el 25% de la población.
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Messi comparte su condición con el 25% de la población.

Messi es distinto al promedio de la gente y su peculiar forma de jugar podría deducirse de una característica bastante particular que comparte con el 25% de la población.

Se trata de lo que se conoce como lateralidad cruzada, condición que hace que el astro argentino marque goles de gran factura con la pierna izquierda, pero que escriba y firme los autógrafos que tanto le solicitan con la mano derecha.

Analizando el juego de Messi desde joven se hace evidente su predilección por la zurda, más allá de ser competente con la pierna derecha.

Como se sabe, el cerebro cuenta con dos hemisferios, uno derecho y otro izquierdo, los cuales se dividen diversas tareas y funciones; no obstante, en la mayoría de las personas siempre hay prevalencia de uno estas partes, lo que se conoce como lateralidad.

Es así que la mayor parte de las personas tiene una marcada tendencia a emplear la parte izquierda de su cuerpo para actividades específicas, ya sean manuales, de la vista o que involucren el uso de las piernas.

Sin embargo, en las personas con lateralidad cruzada, como Messi, la preferencia por un lado no es homogénea y realizan algunas tares con el segmento izquierdo del cuerpo, mientras que llevan a cabo otras con el sector izquierdo.

Es importante señalar que se trata de una condición hereditaria de origen neurológico.

La lateralidad cruzada de Messi se da en la relación óculo-manual (ojo izquierdo y mano derecha) y manual-podal (mano derecha y pie izquierdo).

Aunque la lateralidad cruzada no tiene efectos incapacitantes en sentido estricto, sí puede llegar a tener una influencia importante en las tareas diarias de un individuo el incluso afectar su calidad de vida.

Según el Centro de lateralidad y psicomotricidad Joëlle Guitart de Barcelona, la lateralidad cruzada puede generar dificultades en el desarrollo del lenguaje oral y escrito, desorientación o confusión espacio-temporal y deficiencias en el aprendizaje de las matemáticas, a lo que se suman problemas de concentración.

Es frecuente que algunos niños sean con esta condición sean vistos como ociosos o poco colaboradores, debido al desconocimiento de la lateralidad cruzada.




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