25/02/2020

El mundo

HORROR

Quién era el criminal nazi que se ocultó en Argentina y mataba por aburrimiento

Muchos nazis lograron ganar unos años de olvido hasta que finalmente fueron capturados y juzgados.

Tras el final de la Segunda Guerra, un gran número de criminales siguieron sus vidas normalmente fuera de Alemania, pero varios se refugiaron en el país. 

Muchos de ellos eligieron como nuevo destino a la Argentina, formaron familias y murieron en el más absoluto anonimato. Otros, en cambio, lograron ganar unos años de olvido hasta que finalmente fueron capturados y juzgados.

Esta es la historia Josef Schwammberger, quien fuera detenido en Huerta Grande, Córdoba, una tarde del 13 de noviembre de 1987. 
Más de 40 años después de haber cometido los crímenes de los que se lo acusaba. Y casi 15 años después de que Alemania pidiera su extradición. Durante todo ese tiempo pesó sobre él una orden de captura.

Esta es la historia Josef Schwammberger, quien fuera detenido en Huerta Grande, Córdoba, una tarde del 13 de noviembre de 1987. 

Más de 40 años después de haber cometido los crímenes de los que se lo acusaba. Y casi 15 años después de que Alemania pidiera su extradición. Durante todo ese tiempo pesó sobre él una orden de captura.

Schwammberger había nacido en 1912 en Austria. Integró las SS y fue sindicado como criminal de guerra.

Cuando la policía austríaca lo detuvo después de la guerra, Schwammberger reconoció varios de sus crímenes, según cuenta el investigador Uki Goñi: “Llevé a cabo las ejecuciones de 35 personas, disparándoles en la nuca con una pistola. Les disparé a 10 centímetros de distancia. Si seguían mostrando algún signo vital, les volvía a disparar en la sien”, declaró el nazi.

Luego lo trasladaron a un campo de prisioneros en Francia. Pasó un tiempo detenido pero logró fugarse. 

Se las ingenió para llegar a Italia sin ser descubierto. En Génova logró embarcar hacia Argentina. 


Un hombre sádico

En Argentina ingresó sin utilizar pasaporte de la Cruz Roja. Fue uno de los pocos criminales nazis que lo hizo. 

En Argentina, desde el mismo momento de su arribo, utilizó su nombre verdadero. A diferencia de otros criminales nazis, no creyó que debiera esconderse tras un seudónimo.

Simon Wiesenthal, el cazador de nazis, denunció que Schwammberger vivía en Argentina. 

Desde su arribo a la Argentina en 1949, Schwammberger pasó por varios domicilios. 

Una vez que fue ubicado, Wiesenthal denunció su paradero ante los tribunales alemanes en 1972. Estaba en la lista de los 10 criminales nazis más buscados.

El regreso de la democracia en 1983 posibilitó, entre otras cosas, que varios criminales nazis fueron detenidos y extraditados. Así, Argentina dejó de ser una guarida para los nazis.

Schwammberger era sádico. Los jueces determinaron que los móviles de sus crímenes eran el placer y el odio racial. Se lo encontró culpable de 7 asesinatos y de 32 cargos de colaboración indispensable en asesinatos. 


Extrema crueldad

Se rechazaron cada uno de los recursos de apelación presentados. La extrema crueldad de su accionar impidió cualquier reconsideración.

Murió en una cama del hospital carcelario el 3 diciembre de 2004. Tenía 92 años.




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