04/07/2018

Argentina

Testigos revelaron los problemas del ARA San Juan que desencadenaron en su implosión

La comisión bicameral investigadora del Congreso reune información para determinar qué pasó con el submarino.
Testigos revelaron los problemas del ARA San Juan que desencadenaron en su implosión | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

El ARA San Juan tenía muchas fallas, pero descubren cuál habría causado su implosión.

Aunque el submarino ARA San Juan se encuentre hundido en las más oscuras profundidades del Atlántico, las investigaciones parecen estar cada vez más cerca de determinar qué sucedió con el navío argentino.

Uno de los dos tripulantes del ARA San Juan que abandonó la embarcación en Ushuaia, días antes de la última y trágica zarpada hacia Mar del Plata, reveló que hubo problemas con la válvula cabeza del snorkel y que "sintieron tres golpes" en el exterior del casco.

El cabo principal René Humberto Vilte respondió a las preguntas de la comisión bicameral investigadora del Congreso que intenta determinar cuáles fueron las razones de la desaparición. Allí, destacó que en el camino a Ushuaia la nave sufrió inconvenientes con "dos casos aislados".

"El primer problema fue con la sensibilidad de los electrodos de la válvula cabeza del snorkel, lo que provocaba que al mínimo contacto con el agua se cierre. Esto no dejaba pasar aire, y no se podían aspirar los motores, por lo que se apagaban. Tampoco nos dejaba cargar las baterías. Esto lo informó el oficial de guardia al jefe de propulsión, lo resolvieron y se volvió a hacer la prueba de mecanismos", explicó el marino, quien ante la insistencia de los legisladores para que clarifique aún más esta situación, no logró hacerlo.

"Si tuvieron un problema de regulación, la válvula cabeza pudo haber quedado abierta y convertirse en un conducto de entrada de agua directo al pozo de snorkel, de donde luego toman aire los ventiladores. Esto pudo haber ocasionado la avería del submarino" dijo Vilte.

El segundo desperfecto que presentó la nave durante el periplo inicial consistió en tres golpes "fuertes" registrados en el casco de la unidad. "El oficial comandante de guardia ordenó silencio sonar y luego detectamos que los golpes eran a la altura de la escotilla principal batería proa", explicó. Según Vilte, luego del tercer golpe la situación no volvió a repetirse.

"Se constató que fue la tapa forro de la cubierta, que se encuentra en el exterior, en el casco resistente. Se abrió por alguna ola", agregó el cabo primero, quien negó que a través de este sector pudiera haber entrado agua de mar. Vilte agregó que la avería se "reparó" en Ushuaia, y adujo que la tapa "debió haberse desajustado".

 

La hipótesis

 

Una de las versiones sotiene que se podría haber producido una falla en una válvula de ventilación de las baterías de proa llamada “Eco 19”, lo que habría producido la implosión que desencadenó el naufragio del submarino. El dato está incluido en un adelanto secreto del informe final que los tres marinos retirados que integran la comisión entregaron al ministro de Defensa, Oscar Aguad, revelaron a Clarín fuentes militares.

Los expertos tomaron está hipótesis porque el San Juan informó el 15 de noviembre del año pasado que había salido a superficie por haber tenido un cortocircuito (principio de incendio) en el llamado “balcón de barras de baterías de proa”. Informó también que una vez que finalizada la carga de aire –en superficie con el snorkel- volvería a inmersión, “a plano profundo”, como dicen los submarinistas. El aire que entra por el snorkel sirve para alimentar los motores diésel, recargar las baterías y renovar el aire interno. Como consecuencia de la carga de las baterías -los submarinos funcionan con motores eléctricos cuando navegan en inmersión- se libera hidrógeno y por eso es necesario incorporar aire limpio para los tripulantes. El ingreso de agua por el snorkel “es algo normal y está previsto en el diseño” hecho por los fabricantes alemanes, explicó un ex submarinista a Clarín. Por está razón, existe un tanque interno llamado “pozo de snorkel” y una bomba de achique que saca el agua nuevamente al mar. Ahora para que el agua de mar haya llegado hasta las baterías de proa, tal como reportó el capitán del San Juan, Pedro Fernández, tuvo que “haber circulado por el circuito de ventilación y atravesado la válvula Eco-19”, agregó el ex submarinista. Está diseñada para detener pequeñas cantidades de agua que pueda circular por la tubería y permitir que salga por un sistema las purgas. El San Juan nunca reportó durante toda la navegación de noviembre que la Eco-19 tuviera algún desperfecto o hubiese fallado. De haber una falla el comandante hubiera ordenado “recargar las baterías navegando en superficie y no en inmersión”, agregó la fuente. La implosión se produjo cuando el San Juan se encontraba navegando a plano profundo con la intención de verificar y reactivar las baterías de proa.

La pregunta de los investigadores es si la válvula Eco-19 “pudo también haber estado mal cerrada mientras la tripulación estaba intentando hacer snorkel con un mar bravísimo”. Los sensores del snorkel permiten que con cada ola que rompe se corta el ingreso del aire, lo que perjudica la renovación del ambiente interior. Con “los motores diésel a fondo, en el medio de la tormenta, el snorkel cerrándose cada 30 segundos, la situación debe haber sido insoportable y, tal vez, en ese contexto , relajaron la norma y abrieron momentáneamente la Eco-19 para que circule más el aire. Entonces, empezó a entrar el agua por donde no debería de pasar nunca, derramándose sobre los bornes de las baterías de proa y generándose el cortocircuito que termino siendo fatal”, explicó la hipótesis el ex submarinista. (Clarín / Tn / Infoabe)

 

 

 

 




Recomienda esta nota: