Marito Salto: El niño que habría sido asesinado en un "rito satánico" según la Justicia

El 2 de junio del 2016, una noticia sacudía a una provincia y a un país. Marito Salto, el niño de 11 años que había desaparecido 48 horas antes, había sido hallado descuartizado y sus restos separados en dos bolsas de consorcio en un camino vecinal de Quimilí, Santiago del Estero, donde vivía con su familia. Hoy, cinco años después, aún no hay culpables.

La familia del niño de 11 años convocó hoy a movilizarse para reclamar justicia, mientras el Poder Judicial dejó trascender que entre julio y agosto podría concretarse el juicio, pero sólo con una parte de los acusados. Todavía no hay ningún imputado siquiera por la autoría material de este caso que tuvo repercusión nacional desde 2016.

Marito fue raptado de una represa el 31 de mayo. Dos días después encontraron sus restos en el otro extremo de esa ciudad. La autopsia determinó después que fue violado y aparentemente desmembrado aún vivo, presuntamente como parte de un rito satánico, según la hipótesis de la Justicia santiagueña, que descartó las teorías del narcotráfico y de vinculaciones con el poder político.

El último lunes los Bomberos Voluntarios de Quimilí, distante 200 kilómetros de la capital santiagueña, hicieron sonar la sirena a las 15.50, el momento exacto en que Marito fue visto con vida por última vez, en su bicicleta y con una caña de pescar al hombro, camino hacia la represa donde sería raptado.

Esa imagen fue captada por la cámara de seguridad del municipio que sugestivamente no aportó otros movimientos que hubiesen sido clave para descubrir a los autores. El técnico responsable adujo anomalías técnicas que nunca convencieron a la fiscalía.

La fiscalía por estos días prepara la requisitoria fiscal para elevar la causa con 9 acusados, uno de ellos como autor intelectual y el resto como partícipes primarios y por encubrimiento, pero ninguno como autor del crimen.

Cabe recordar que hay al menos dos sujetos emparentados genéticamente que violaron al niño, según se estableció por ADN, pero nunca fueron identificados pese a miles de hisopados en la zona.

En la actualidad están acusados Miguel Jiménez, como autor intelectual del crimen, mientras que Rodolfo Sequeira, Tomás Sosa y Ramón Rodríguez son considerados partícipes necesarios. Por encubrimiento agravado deberán responder María Eugenia Montes, Gustavo Hernández, Pablo Ramírez y los hermanos Daniel y Ramón Ocaranza.

Los procesamientos contra todos ellos fueron confirmadas por la Cámara de Apelaciones el año pasado, que también dispuso la falta de mérito para Arminda Díaz y Miguel Ángel María Jiménez, la esposa y el hijo de “El Brujo” Jiménez, respectivamente.