16/05/2023

Sucesos

Policiales

Nuevos detalles impactantes: Dos policías afirman que las víctimas de la Masacre de Monte intentaron "asesinarlos a sangre fría"

Policías imputados por la Masacre de Monte sostienen que no tenían intención de hacer daño.

Dos de los cuatro policías de la provincia de Buenos Aires acusados por la trágica "Masacre de San Miguel del Monte", en la que cuatro jóvenes perdieron la vida en mayo de 2019 después de una persecución policial a tiros y un posterior choque en la ciudad, declararon el día de hoy en el juicio al que están siendo sometidos junto a otros dos agentes.

En un intento por eximirse de responsabilidad en lo ocurrido, los policías Mariano Ibañez y Manuel Monreal afirmaron ante los 12 miembros del jurado popular y la jueza Carolina Crispiani, moderadora del debate, que "no tuvieron intención de lastimar a nadie". 

Las declaraciones de ambos agentes, quienes comparecieron detenidos junto al ex capitán Rubén Alberto García y al oficial Leandro Ecilapé, comenzaron a las 15:40 y se llevaron a cabo en una atmósfera tensa en los tribunales de La Plata, ubicados en la calle 8 entre 56 y 57, sede del Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 4.

Monreal fue el único de los dos policías que admitió haber disparado contra el automóvil Fiat 147 en el que viajaban Danilo Sansone (13), Gonzalo Domínguez (14), Aníbal Sansone (22), Camila López (22) y Rocío Quagliariello, quien en ese entonces tenía 13 años. 

Este trágico incidente tuvo lugar durante una persecución que culminó cuando los jóvenes chocaron contra el acoplado de un camión estacionado en la colectora de la ruta 3, resultando en la muerte de los cuatro primeros mencionados.

El acusado comenzó su testimonio explicando que al momento del incidente tenía 22 años y había egresado de la escuela de Policía hace un año. Indicó: "Ese día recibimos una llamada sobre un supuesto robo y solicitaron un vehículo para verificar la situación. 

Pasaron 15 minutos y no tuvimos novedades, así que Ibañez sugirió que revisáramos el área. Encontramos el vehículo de García y Ecilapé en la zona de Costanera y nos pidieron apoyo para identificar otro automóvil. Realizamos un giro en U, vimos un automóvil que aceleraba rápidamente y emprendió la fuga", detalló el oficial.

Posteriormente, Monreal recordó que se bajó de su vehículo, sacó su arma y se identificó como personal policial. 

"No sé si me escucharon. El Fiat 147, ignorando mi advertencia, intentó atropellarme. Intenté retroceder y disparé dos veces hacia las ruedas. Nunca quise herir a alguien y lamento lo ocurrido", relató mientras se pasaba la mano por la frente.

Después del choque, Monreal mencionó que quedó "conmocionado" y "muy consternado", reiterando que su intención era "detener el vehículo", ya que "tenía los vidrios polarizados y no se podía ver quién estaba adentro". 

Explicó: "No tenía más opciones que disparar. Fue la decisión que tomé. Quería inmovilizar una rueda. Le dimos la orden de alto y no obedeció", se justificó, y agregó: "Ahora sé que una de las víctimas tiene en su poder mi proyectil, creo que es Domínguez".

Antes de que Monreal tomara la palabra, el oficial Ibañez, visiblemente nervioso, relató su versión de los hechos ocurridos ese día cuando conducía un vehículo policial y otros agentes solicitaron su apoyo para detener el Fiat 147. Explicó: "Escuché a un ayudante de guardia pedir un vehículo. Fui con Monreal como acompañante y la oficial Bianco en la parte trasera. 

Conducía en dirección a la Costanera y cuando solicitaron mi apoyo, vi que se acercaba el Fiat. Estacioné el vehículo de forma que apuntaba hacia la Ruta 3. Realicé una maniobra policial que me enseñaron en la escuela de policía para bloquear la vía de escape", defendió el acusado mientras dibujaba un esquema en una pizarra ubicada en un costado de la Sala A de los tribunales platenses.

Luego, continuó diciendo: "Nos cruzamos con el auto y este se dio a la fuga. Cuando se acercaban a mí, frené y los vi aproximarse a unos 50 metros. Monreal se bajó del auto y trató de detenerlos, pero vi que intentaban chocarnos. Tuve el instinto de protegerme, pensé que me chocaría a mí". 

Ibañez aclaró que "nunca salió del vehículo", que no actuó como un "superhéroe" y que "jamás" disparó contra el Fiat 147. "Mi trabajo fue bloquear su camino y nada más. No vi a Monreal disparar. Escuché cuatro disparos, en ese momento estaba muy asustado. Vi que levantó la mano, pero no pude ver si sacó un arma", relató.

Siguiendo en la misma línea, Ibañez continuó diciendo: "Después de eso, vi que el Fiat continuó su camino. Monreal volvió al vehículo, pero el turbo del auto no funcionaba. No podíamos perseguir nada, ni siquiera una bicicleta...". 

Antes de las declaraciones de los acusados, la jueza Crispiani advirtió al jurado popular que "los acusados no están bajo juramento y, por lo tanto, no están obligados a decir la verdad", y explicó que tanto Monreal como Ibañez no tenían permitido hacer consultas a su defensor, Guillermo Baqué.

Previamente, en la audiencia, habían declarado el perito balístico Lucas Basanta, el perito informático Jose Luis Sánchez y la médica Karina Cinquegrani, quien atendió a Rocío Quagliarello (17), la única sobreviviente del incidente, en el hospital El Cruce. 

Escuchando la declaración del perito, se encontraba en la sala de audiencias Susana Ríos, la madre de Gonzalo. Ella solicitó retirarse cuando el perito empezó a proporcionar detalles sobre el disparo que hirió a su hijo. 

Después de eso, la médica testificó y describió las lesiones y el tratamiento recibido por la única sobreviviente durante los 24 días de internación en el Hospital El Cruce. La médica informó que la sobreviviente tenía múltiples fracturas, como fémur, tibia, tobillo, clavícula, húmero, traumatismo de cráneo y edema cerebral.

Finalmente, el perito informático Sánchez, quien examinó los teléfonos móviles de los policías acusados, afirmó que el imputado Monreal eliminó los mensajes de su teléfono durante la hora del incidente. También aseguró que los agentes estaban muy atentos a los movimientos de una instructora judicial. Después de la audiencia, la jueza Crispiani anunció un receso hasta mañana, cuando las partes presentarán sus argumentos de cierre a partir de las 10 de la mañana. 

Se espera que el miércoles, luego de las exposiciones de las partes, el jurado pueda llegar a un veredicto y decidir si los policías son culpables o no de los delitos de "homicidio agravado por abuso de función como miembro de las fuerzas policiales, calificado por el empleo de armas de fuego, y violación de los deberes de funcionario público".

El testimonio de Basanta, centrado en la bala de nueve milímetros encontrada en el muslo izquierdo de Domínguez (14), marcó el comienzo de la sexta audiencia y complicó a los policías acusados al contradecir la teoría presentada por el abogado defensor Baqué, quien sostenía que los agentes habían disparado hacia el suelo.




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