03/03/2021

Argentina

DEBATE

¿Se viene un aumento de las tarifas de servicios públicos? estos indicadores analizará el Gobierno

El Gobierno nacional prepara un plan de segmentación para decidir qué tipos de servicios seguirá recibiendo subsidios.

En poco más de 10 días el Gobierno y las prestadoras de servicios públicos comenzarán a discutir el nuevo cuadro tarifario. Con un escenario electoral a la vista, inflación creciente y una crisis de ingresos, el Ejecutivo se encamina a aprobar incrementos muy por debajo de las expectativas de las empresas y ya comienza a avisar cómo será el sendero que transitarán.
El presidente Alberto Fernández anunció en su discurso en la Asamblea Legislativa que llegó el fin de los congelamientos, algo que ya todos suponían teniendo en cuenta los niveles de subsidios establecidos en el Presupuesto 2021. Pero al mismo tiempo señaló que los aumentos que estaban previstos para este año no sucederán y que irán a una tarifa de transición.
En las empresas de servicios no saben muy bien qué significan las palabras del Presidente pero intuyen por las conversaciones que han tenido hasta ahora cómo será el esquema.
“Sabemos que los aumentos para este año serán los justos y necesarios para mantener la operación. Ni un peso más. La tarifa de transición tendría que haber empezado en 2020 y para este año ya tener un nuevo esquema tarifario, ahora todo se atrasó un año como mínimo”, explicaron a Infobae desde una prestadora de servicios públicos.
Estiman que las discusiones “van a estar en torno al 10% y 20% pero más cercanas al piso que al techo”, explicaron desde otra compañía. “El problema va a ser la discusión a largo plazo, una nueva tarifa lleva como mínimo un año, eso no va a suceder hasta el 2022 y en 2023 volvemos a tener elecciones, lo que vuelve a complejizar todo el escenario”, agregaron.
Otro dato que dejó ver el Presidente fue la forma en la que se pagarán las tarifas. “Las tarifas deben ser justas, razonables y asequibles, permitir la sustentabilidad productiva y la justicia distributiva”, remarcó Fernández en la Apertura de las Sesiones Ordinarias, en la que prometió ponerle fin “al martirio” de tener que elegir “entre comer o pagar la luz y el gas”.
El punto a resolver es que sólo el 20% del mercado energético doméstico responde a viviendas de altos ingresos por lo que el resto de los consumidores tienen que sufrir aumentos que estén por debajo de la inflación proyectada que es de 29 por ciento. Sin embargo, en el gabinete económico ya se hizo carne que el único camino para reducir subsidios es subir tarifas y que en el medio de eso hay que proteger a la población y los votos. “Es difícil segmentar, pero por eso vamos a trabajar todo el año para hacerlo, es el camino a seguir”, confían fuentes oficiales.
Por ahora, la suerte está echada, las empresas de servicios públicos verán que las tarifas saldrán del freezer para pasar a la heladera y en ese camino no esperan un incremento que les permita mucho más que mantener a flote el negocio.
En poco más de 10 días el Gobierno y las prestadoras de servicios públicos comenzarán a discutir el nuevo cuadro tarifario. Con un escenario electoral a la vista, inflación creciente y una crisis de ingresos, el Ejecutivo se encamina a aprobar incrementos muy por debajo de las expectativas de las empresas y ya comienza a avisar cómo será el sendero que transitarán.

El presidente Alberto Fernández anunció en su discurso en la Asamblea Legislativa que llegó el fin de los congelamientos, algo que ya todos suponían teniendo en cuenta los niveles de subsidios establecidos en el Presupuesto 2021. Pero al mismo tiempo señaló que los aumentos que estaban previstos para este año no sucederán y que irán a una tarifa de transición.

En las empresas de servicios no saben muy bien qué significan las palabras del Presidente pero intuyen por las conversaciones que han tenido hasta ahora cómo será el esquema.

“Sabemos que los aumentos para este año serán los justos y necesarios para mantener la operación. Ni un peso más. La tarifa de transición tendría que haber empezado en 2020 y para este año ya tener un nuevo esquema tarifario, ahora todo se atrasó un año como mínimo”, explicaron a Infobae desde una prestadora de servicios públicos.

Estiman que las discusiones “van a estar en torno al 10% y 20% pero más cercanas al piso que al techo”, explicaron desde otra compañía. “El problema va a ser la discusión a largo plazo, una nueva tarifa lleva como mínimo un año, eso no va a suceder hasta el 2022 y en 2023 volvemos a tener elecciones, lo que vuelve a complejizar todo el escenario”, agregaron.

Otro dato que dejó ver el Presidente fue la forma en la que se pagarán las tarifas. “Las tarifas deben ser justas, razonables y asequibles, permitir la sustentabilidad productiva y la justicia distributiva”, remarcó Fernández en la Apertura de las Sesiones Ordinarias, en la que prometió ponerle fin “al martirio” de tener que elegir “entre comer o pagar la luz y el gas”.

El punto a resolver es que sólo el 20% del mercado energético doméstico responde a viviendas de altos ingresos por lo que el resto de los consumidores tienen que sufrir aumentos que estén por debajo de la inflación proyectada que es de 29 por ciento. Sin embargo, en el gabinete económico ya se hizo carne que el único camino para reducir subsidios es subir tarifas y que en el medio de eso hay que proteger a la población y los votos. “Es difícil segmentar, pero por eso vamos a trabajar todo el año para hacerlo, es el camino a seguir”, confían fuentes oficiales.

Por ahora, la suerte está echada, las empresas de servicios públicos verán que las tarifas saldrán del freezer para pasar a la heladera y en ese camino no esperan un incremento que les permita mucho más que mantener a flote el negocio.



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