Una nueva iniciativa busca erradicar la tracción a sangre de Tucumán

El problema de los carreros que circulan por la ciudad de San Miguel de Tucumán utilizando la tracción a sangre tiene larga data y se ha intentado modificar esta situación de diversas formas.

La comisión de Salud del Concejo Deliberante capitalino se reunió con autoridades municipales y referentes en el tema para comenzar a diagramar soluciones viables para la protección de los equinos y la reconversión de las actividades que involucran la tracción a sangre.

Los concejales que integran la comisión de Salud se reunieron este lunes con las autoridades del CENARA (Centro de Adaptación y Reubicación Animal), de la división de Caballería de la Policía de Tucumán, del gobierno municipal y con referentes de las fundaciones Hacer Futuro, Herraduras en la Calle y Minka.

En este contexto, la presidenta de la comisión de Salud, la concejala Graciela Suárez, aclaró que la reunión se fijó con el objetivo de avanzar en la erradicación de la actividad, la protección de los equinos y la eliminación de los basurales.

“Hay dos opiniones bastantes firmes respecto al tema”, contó Suárez. “Por un lado están los que empujan porque se acabe la tracción a sangre por cuestiones de higiene de la ciudad y el cuidado de los animales, y por el otro quienes se preocupan por la situación social de las familias que viven de esta actividad”, aseguró.

En este marco, el director de Higiene Urbana, Jorge Pérez Musacchia, recordó la experiencia de principios del año 2015, cuando se cambiaron 10 motocarros por carros tirados por caballos, y aseguró que tuvo resultados negativos. “Se realizó una prueba piloto que no tuvo los resultados esperados. Los carreros por cuestiones sociales y económicas no ocuparon los motocarros y volvieron a adquirir caballos”, agregó.

Por otro lado, resaltó el programa Basurales Cero, una de las primeras medidas impulsadas por el intendente Germán Alfaro, cuyos objetivos son eliminar la basura y sacar los carreros de la calle. “Cuando el CENARA se encargaba de quitarles los caballos para el cuidado del animal, ellos volvían a adquirir otro caballo. Ahora al quitarle el carro se les dificulta volver a conseguir otro porque son más costosos”, agregó.

No obstante, aclaró que el programa debe complementarse con nuevas medidas puesto que sólo resuelve la situación de los carros que arrojan basura en la vía pública pero no contempla al resto de las actividades que involucran la tracción a sangre, ni mucho menos la situación socio-económica de los carreros. “La tracción a sangre debe alguna vez dejar de existir pero debemos pensar también en la gente. Tenemos que encontrar la forma de transformar la actividad del carrero para que la gente no se quede sin trabajo”, concluyó.

En diciembre del 2015, la intendencia de San Miguel de Tucumán, que conduce Germán Alfaro, lanzó el programa Basurales Cero, que entre otras cosas apunta al secuestro de vehículos de tracción a sangre que sean descubiertos arrojando residuos en la vía pública. Esto despertó el rechazo de los “carreros” porque la medida –aunque correcta en cuanto a la higiene- no contemplaba una salida de fondo para quienes ejercen la actividad, lo que motivó una serie de protestas en diferentes arterias neurálgicas y las entradas a la ciudad.

Según se estima, en San Miguel de Tucumán hay entre 2.500 y 3 mil carros, y son entre 15 mil y 20 mil las personas vinculadas con esta actividad. (primerafuente.com.ar)