Un proyecto busca sustituir la tracción a sangre, promover el reciclaje y mejorar la economía de cientos de familias tucumanas

El Pro.In.La.RSU, propuesta desarrollada por por los representantes de la Fundación Mujeres de la Patria Grande, -Merry Anastasio y Cristian Sayago-, en conjunto con la consultora Reciclamos, -propiedad de Pablo Paiz Magli y Daniel Castillo-.

Esta idea tiene total conciencia del complejo entramado que implica la recolección de residuos tanto para el medioambiente como para la vida animal, sin olvidar que esta actividad es el sostén de unas 12 mil familias tucumanas. "No podemos separar el conflicto ambiental y el estado que presentan algunos caballos de la situación de las personas que viven de los carros" sostuvo Anastasio, una de las promotoras del proyecto finalista por la Región NOA. "Padres, hijos y nietos pasaron una vida arriba del carro, situación que revela la pobreza estructural que existe en Tucumán", analizó la trabajadora social que asiste a familias de barrios y asentamientos de la capital provincial.

El 17 de noviembre se elegirána  los ganadores de la Región NOA, que llevarán sus propuestas a la Gran Final Nacional, donde no sólo podrán obtener un premio de 400 mil pesos -en caso de resultar ganadores- sino que estarán en contacto con referentes del sector público, privado y gubernamental, es decir, los posibles financiadores.

¿En qué consiste la propuesta?

El Pro.In.La.Sur es una manera innovadora de considerar y dar soluciones a un viejo problema. Su propuesta es una red de recolección que comienza por los propios carreros -ahora llamados "Recolectores de Residuos Sólidos Urbanos" que tendrán una identificación para acceder a domicilios particulares a retirar los residuos previamente separados por los vecinos.

Luego, en 18 camiones, los residuos serán trasladados a nueve Centros Verdes, en donde los se clasificará, enfardará o molerá. Cada planta podrá procesar 12 toneladas por día y empleará a 80 familias tucumanas.

“Los Centros Verdes podrán brindar una fuente de trabajo dentro de la economía formal a las familias que ahora trabajan arriba de los carros”, asegura Paiz Magli.

Además, los ideadores de este proyecto calculan que cada Centro Verde costará unos $6.700.000, dinero que será recuperado en el lapso de 24 meses.