Personas en silla de ruedas reclaman que no pueden estudiar en la facultad de Artes

Alumnos de la facultad de Artes protestaron allí este martes, para reclamar que se adecúe la infraestructura para que personas con discapacidad motriz puedan acceder a las aulas y talleres. “Una persona en silla de ruedas, que quiera cursar cualquier carrera en la facultad, no puede hacerlo, porque las aulas no tienen ingresos adecuados y los patios son imposibles de transitar para nosotros”, se quejó Federico Coronel, estudiante de la carrera de Luthería.

Federico sufre de una discapacidad motriz que lo marginó a una silla de ruedas por el resto de su vida. Este año, se decidió por estudiar Luthería, una vocación que lo apasiona y que siempre quiso realizar, pero las condiciones edilicias en donde se dicta la carrera no le permiten cursarla. “Desde abril que empecé a cursar solo pude asistir a 3 clases porque no puedo llegar hasta las aulas y talleres que se encuentran en el primer piso de la facultad. No hay rampas ni ninguna otra herramienta que me permita llegar hasta ahí. Mis compañeros me tienen que ayudar entre dos o tres para que pueda presenciar una clase”, expresó Coronel.

Su situación desnuda una problemática de años que por falta de presupuesto -y voluntad política- aún no encuentra solución. Él, como muchos otros, siente violentado su derecho a estudiar. Pero no resigna. Tiene esperanzas que su situación sea escuchada por las autoridades. Sabe que un triunfo suyo, se traducirá en soluciones para gran parte de la comunidad universitaria. “Esta medida no es solamente por mí, sino por todos los compañeros que no quieren estudiar alguna carrera en Artes porque se ven imposibilitados para estudiar aquí”, sostiene.

Mientras se concretaba la medida, dirigentes de Construcciones Universitarias se acercaron a los estudiantes y garantizaron que en los próximos días se buscará dar inicio con obras que se encuentran paralizadas desde el 2013. Ese año, luego de una situación similar, se presentó un proyecto de remodelación de la facultad para volverla más inclusiva, adecuando las instalaciones para personas en silla de ruedas.

“Hemos agotado las vías formales, desde el año pasado estamos presentando notas y denunciando esta problemática. Tuvimos que salir a la calle para que vinieran a darnos una respuesta. Esperemos que esta vez no sólo queden en promesas”, expresó Gonzalo Molina, referente de la asamblea que impulsa los reclamos.

En este sentido, recordó que el proyecto surgió luego de que estudiantes tomaran la facultad en el año 2013, en reclamo por una situación similar con un alumno de Teatro. “Hace 2 años que se presentó el proyecto, casualmente después de las tomas del año 2013, cuando se reclamaba por el caso de un compañero de Teatro que se movilizaba en silla de ruedas, y estuvo paralizado completamente hasta que nos empezamos a mover hoy de vuelta”, agregó.