01/08/2016

Tucumán

Niegan la casación a dos médicos acusados de mala praxis

Es por la muerte de una mujer en 2001; el ministro fiscal ya había llamado la atención a los defensores.

El 15 de noviembre del 2001 María Rosa Villa, de 29 años, ingresó al quirófano por una operación de vesícula. Mientras la operaban sufrió un paro cardíaco. El cardiólogo Antonio Torpoco Zapata -quien no formaba parte de la operación- la revivió, pero el cuerpo de la mujer ya había sufrido daños irreversibles por la falta de oxígeno.

Por este caso quedaron acusados Rubén Nicolás Miranda (cirujano principal), José Castillo Olaya (anestesista), Pablo Marengo y Marcelo Venecia (médicos cirujanos ayudantes). En 2009 el fiscal Carlos Sale solicitó la elevación a juicio contra todos ellos. Pero la elevación no se pudo llevar a cabo por las presentaciones de los abogados defensores. Sin embargo, ahora los médicos deberán enfrentar un Tribunal, ya que la Suprema Corte declaró “inadmisible y, por ende, mal concedido, el recurso de casación” que habían presentado Venecia y Marengo. Castillo y Miranda, por su parte, habían desistido en esta instancia de solicitar la suspensión del juicio.

La decisión recayó sobre los jueces René Goane -vocal preopinante-, Alfonso Zóttoli y Fabián Adolfo Fradejas. El dictamen se emitió dos semanas después de que el ministro fiscal Edmundo Jiménez decidiera no hacer lugar a los pedidos al considerar que “no sólo son insuficientes, sino desacertados los argumentos esgrimidos”.

Incluso, Jiménez fue más allá y y solicitó “un llamado de atención a los letrados defensores por el uso abusivo del derecho de defensa que delata el curso del normal proceso, teniendo en cuenta la proximidad de la prescripción de la acción penal”. Para el jefe de los fiscales, las defensas estaban intentando que pasara el tiempo para que la causa quedara sin efecto.

“Mi hija era maestra jardinera. Entró lúcida a la sala de operaciones para someterse a una operación menor. Salió descerebrada. Mi familia vive desde hace 15 años un calvario no sólo por el dolor de esa pérdida absurda, sino especialmente porque los médicos jamás se acercaron a darnos una explicación. Por eso queremos que se sustancie el juicio oral: para que expliquen qué pasó y por qué mi hija ya no está con nosotros”, reclamó María del Carmen Ortega, la madre de la víctima.




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