25/08/2016

Tucumán

Un taxista intentó secuestrar a un niño de 10 años

El menor subió al vehículo y antes que los adultos puedan entrar el chofer aceleró y se dio a la fuga.

El acusado, que aún no pudo ser identificado por los investigadores, también sustrajo unos $ 1.000 en mercadería que la mujer compró. Cuando el niño le pidió que frenara, el taxista le dijo “te estoy llevando a tu casa”. Se quedó con unos $ 1.000 en mercadería.

“Con esto, se me vinieron encima 30 años. Tengo miedo, me siento sin fuerzas y no dejo de pensar en todo momento lo que le podría haber pasado a mi hijo. Cuando a uno le pasa algo, lo puede superar. Pero cuando se meten con los chicos, es algo inadmisible”, señaló Sandra Morano con lágrimas en los ojos. La semana pasada, un taxista le robó $ 1.000 en mercadería y estuvo a punto de secuestrar a su hijo de 10 años. El inquietante momento ocurrió el martes 16, pero la víctima recién ayer se sintió en condiciones de contarlo.

Morano tiene un quiosco en una escuela de Villa 9 de Julio, por ese motivo ese día a la noche fue a comprar tres enormes bolsas de golosinas en un local de avenida Francisco de Aguirre y Balcarce. Iba con dos de sus hijos, de 18 y 10 años, y una pequeña nieta de 2. Al salir con la mercadería le hicieron señas a un taxi Fiat Palio.

“Mi hijo más grande acomodó las bolsas en el asiento de adelante mientras el más chico se sentaba atrás. Cuando quise subir, con mi nieta en brazos, el chofer aceleró y me caí de espaldas. Cuando arrancó, el taxi chocó contra un auto que circulaba por ahí, pero nunca frenó. Mi hijo más grande empezó a correrlo, pero no lo pudo alcanzar”, comenzó su relato la mujer, aguantando el llanto.

“Te llevo a tu casa”

El taxi aceleró por Francisco de Aguirre con la puerta de atrás abierta hasta que se encontró con una fila de autos que esperaban en la esquina de la avenida Juan B. Justo que el semáforo se pusiera en verde. Cuando el vehículo aminoró la marcha, el niño de 10 años se arrojó.

“Fue horrible ese momento. Desde el piso le pude ver los pies a mi hijo adentro de ese auto. Él empezó a llorar y le dijo al chofer que lo dejara bajar. El hombre le dijo ‘te estoy llevando a tu casa’. Era delgado, morocho, de unos 30 años. Se fue para el lado de El Colmenar. No le pude ver la cara”, admitió la mujer.

Menos de dos minutos después de sentir un inmenso terror al ver que un extraño se llevaba a su hijo, pudo abrazar al pequeño. Un vecino llamó al 911 y en “menos de cinco minutos” llegaron motoristas que la acompañaron a hacer la denuncia.

Morano no le vio la cara al taxista, pero se quedó con dos datos: en primer lugar, el número de la licencia, algo ya dio a conocer a la Policía. Por otro lado, su hijo más grande le dijo que cuando se acercó al taxi, notó que no era de la capital, ya que la guarda tenía un color verde claro. Ella cree que es de Alderetes. Sin embargo, en la última semana llamó a todas las agencias de esa localidad y nadie le pudo aportar mayores datos, ya que no conocían esa licencia ni al conductor que ella les describía. Con todo, varios de ellos, le confiaron que “los propietarios de los vehículos ponen a cualquiera atrás del volante”.

Por su cuenta, Morano luego buscó al titular de la licencia en internet, pero se encontró con que ese dominio no existe. “A mí no me importaba quien fuera. Yo lo estaba buscando para denunciarlo”, señaló con bronca




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