Coqui Sosa homenajeó al padre Viroche en el Festival de Monteros

Apenas había terminado su set de canciones Fito Páez, entre las cuales incluyó Detrás del muro de los lamentos, grabada originalmente con Mercedes Sosa, cuando, al promediar la noche del sábado (o madrugada del domingo) del Festival Monteros de la Patria, Fortaleza del Folclore, el animador presentó al folclorista Coqui Sosa, quien cumplió con creces en su participación en el tradicional evento de su ciudad natal.

A pesar del breve tiempo destinado a la presentación de los artistas, el recorrido por las seis canciones de la lista, que comenzó con Cinco siglos igual de León Gieco, estuvo cargado de homenajes y evocaciones que pulsaron fibras muy sensibles para los tucumanos.

El repertorio continuó con Taki Ongoy, Antiguo pueblo y Nosotros los tucumanos. Sosa se dio tiempo para agradecer a los organizadores, quienes le hicieron un reconocimiento especial entregándole la camiseta del club Ñuñorco del que es hincha, y a la gente que se dio cita en el lugar. Uno de los momentos emotivos fue el tributo a su madre, con fotografías en la pantalla gigante al fondo del escenario.

El otro fue sin duda el homenaje que el músico le dedicó al recientemente fallecido sacerdote Juan Viroche, cuya muerte mantiene conmocionada a la provincia por las circunstancias dudosas en que aconteció, y sobre todo por la dolorosa pérdida de quien había llevado a cabo una tenaz lucha contra el flagelo de las drogas.

Sosa, junto a la flautista Carla Guzmán, a través de quien dijo haber conocido al párroco, recordó su figura y su bondad, y destacó el compromiso social que lo caracterizaba, antes de cantar a su memoria, en una atmósfera muy especial, con la imagen de su amigo a su espalda, El Cristo de los villeros, de Rogelio Barufaldi y Zitto Segovia, grabada en el disco "En este mundo" de 2014. La letra de la canción, que en una de sus estrofas dice "Cristo muerte/ Cristo vida/ Cristo señor y pueblero/ palabra y no palabrero/ sufre muere y resucita/ inquieta llama me invita/ desde el rancho del villero", no podía ser más oportuna para relacionarla con la vida y la obra humana del religioso.

El cierre le puso nostalgia y alegria a la noche con una versión que Sosa hizo de Todo cambia, una de las canciones más emblemáticas por las que se recuerda a su tía, la "Negra" Sosa, nuestra tucumana universal. eldiario24.com