12/12/2016

Tucumán

La fachada del Teatro Mercedes Sosa cambia con la mudanza de un tradicional puesto de diarios y revistas

El Gobierno de Tucumán y autoridades del centro cultural decidieron liberar las puertas de ingreso del teatro ayudando a una canillita del lugar.

El frente del Teatro Mercedes Sosa luce distinto. ¿Por qué? Porque el Gobierno de Tucumán y autoridades del centro cultural decidieron liberar las puertas de ingreso del teatro. Para hacerlo, entregaron un moderno kiosco de diarios y revistas a una canillita histórica del lugar. El nuevo puesto, que fue localizado frente a los accesos, permitirá que esta familia continúe trabajando con habilitación municipal, a la vez que mejorará el flujo peatonal sobre la acera y servirá como marquesina cultural.

 

El secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin, dijo que desde la inauguración del Teatro Mercedes Sosa buscaban despejar la fachada del edificio para mejorar su estética. “Un tradicional kiosco habilitado por el municipio hace más de 30 años y localizado en una de las puertas del centro cultural, obstaculizaba el ingreso. Buscamos una solución sin perjudicar a esta familia. Compramos un puesto nuevo, construido por una empresa cordobesa, y lo instalamos frente a los accesos para despejar el área”, explicó.

 

El funcionario dijo que el gobernador, Juan Manzur, otorgó un subsidio para hacer realidad el sueño de la comerciante. “Jerarquizamos la fachada del teatro, el muro del kiosco funcionará, además, como marquesina para informar sobre actividades culturales”, aseveró.

 

Por su parte, Raúl Armisén, administrador del Teatro Mercedes Sosa, fundamentó la medida: “la familia de Ana Rodríguez tiene 50 años de historia en esta parada. Nos parecía que el Estado debía tener otro protagonismo. Son detalles no menores porque sumamos nuestra responsabilidad al esfuerzo de tres generaciones de trabajadores. Gana el comerciante que se desempeñará en mejores condiciones, gana la fachada del teatro y gana Tucumán, en definitiva”.

 

La medida buscó respetar la tradición de los kioscos de diarios y revistas en las cercanías de los teatros tucumanos. Anita contó que la labor familiar nació con su abuela, continuó con su madre y, desde hace 20 años, ella está a cargo del comercio que es el único sustento que le permitió dar alimento y educación a su hija.

 

La mujer de 47 años, agradeció el gesto: “estoy orgullosa de mi trabajo. Con él pude ser testigo de todos los acontecimientos que ocurren en la plaza Independencia. Me hice de muchos clientes que terminaron siendo amigos. Agradezco la ayuda que me dieron”.





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