23/12/2016

Tucumán

El hombre detenido por bromista afirma que la empleada del aeropuerto mintió en su contra

“Lo que dije es que mi suegra de 85 años viajaba en él, y que la espera para ella iba a ser una bomba”, afirmó.

Pese a los acelerados intentos de su defensa para que fuera liberado, Claudio Calvi podría pasar la Navidad en una oficina del primer piso del Aeropuerto de Tucumán, custodiado por la Policía de Seguridad Aeroportuaria. Se cree que recién podrá volver a su casa el lunes.

 

Durante las primeras horas del jueves, Calvi fue presentado ante el juez Daniel Bejas. Si bien se creía que la fiscalía lo iba a acusar por intimidación pública, finalmente los representantes del Ministerio Público se inclinaron por el delito de entorpecimiento del espacio aéreo, un delito que tiene penas de entre tres meses y dos años. Esto implica que es excarcelable.

 

Según explicó su abogada Silvia Furque, ante el magistrado Calvi dijo que la empleada de la empresa aérea había mentido. “Nunca dije que si ese avión se caía era porque yo había puesto una bomba. Lo que dije es que mi suegra de 85 años viajaba en él, y que la espera para ella iba a ser una bomba”, fue su explicación. Lo cierto es que la persona que atendía el check in denunció la situación ante la fuerza y el hombre fue detenido. El avión en cuestión tuvo que frenar lejos del aeropuerto y cada uno de los equipajes fue revisado con extremo celo. Otro avión, en este caso de Aerolíneas Argentinas, tuvo que desviarse y aterrizar en Córdoba.

 

Cerca del mediodía, personal de la PSA lo retiró de Tribunales. A diferencia de su primera visita al palacio ubicado en Barrio Sur, esta vez el acusado se fue en silencio. El miércoles, detrás de un buzo que le tapaba la cara, le espetó a los periodistas: “vayan a buscar a los narcos de La Costanera y déjenme de romper las pelotas”.

 

Quien si realizó declaraciones al salir fue Furque. La defensora en ese momento señaló que creía que Calvi iba a estar detenido hasta el lunes por los trámites que faltaban realizar para su liberación. “Mi cliente tiene un trabajo fijo, residencia fija y familia. Cuando lo detienen, él les dice a los policías: ‘fue una broma ¿De qué se trata todo esto?’. Por el tipo de delito, totalmente excarcelable, se le tiene que dar la libertad”, señaló.

 

Sin embargo, según se supo, durante la siesta la fiscalía les dio un poco de esperanza. “No nos opusimos a la excarcelación, bajo caución real y dejando a salvo el criterio del juez de pedir informes de reincidencia y socioambiental antes de proceder”, explicó a LA GACETA el fiscal Pablo Camuña, quien luego agregó que aún no tuvo conocimiento de denuncias en contra del acusado, ni del resto de los pasajeros ni de la empresa Latam.

 

Esta pronunciación dio lugar a que la familia de Calvi se entusiasmara con tenerlo en la mesa familiar el sábado, ya que esa justamente era la intención del viaje de su suegra. En horas de la tarde, recibieron en su casa de Yerba Buena la visita de empleados judiciales que fueron a realizar la medida socioambiental. Furque les había pedido que no se movieran de su hogar.

 

Sin embargo, con el correr de las horas la esperanza se desvaneció al no recibir la notificación oficial de liberación del juzgado. Todo indica que el trámite se retrasó cuando la fiscalía le pasó vista al juez Bejas tras su opinión a favor de la excarcelación. (La Gaceta)

 





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