31/05/2017

Tucumán

Se cumplen 452 años de la primera fundación de San Miguel de Tucumán

Funcionarios del Gobierno de Juan Manzur conmemoraron en Ibatín un nuevo aniversario de la primera fundación de la capital.
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Funcionarios del Gobierno de Juan Manzur conmemoraron en Ibatín un nuevo aniversario de la primera fundación de San Miguel de Tucumán.

Funcionarios del Gobierno de Juan Manzur conmemoraron en Ibatín el aniversario de la primera fundación de San Miguel de Tucumán. La localidad cercana a León Rougés, en el departamento Monteros, da vida a las “Ruinas de Ibatín” luego que la ciudad permaneciera allí 120 años.

El vicegobernador, a cargo del Poder Ejecutivo, Osvaldo Jaldo, el secretario General de la Gobernación, Pablo Yedlin, el ministro de Gobierno, Justicia y Seguridad, Regino Amado, el intendente de Monteros, Francisco Serra, el Comisionado Comunal, Oscar Vega, e integrantes del Poder Legislativo se dieron cita en el lugar para recordar que Ibatín fue el lugar donde, hace más 4 siglos, se fundó San Miguel de Tucumán. 

“Como Gobierno de la Provincia quisimos resaltar el esfuerzo, sacrificio y decisión que han tenido nuestros antepasados de fundar una ciudad aquí donde en ese tiempo no había, seguramente, los accesos, caminos, servicios que hoy tenemos”, remembró Jaldo.

El vicegobernador destacó que tras los festejos propios que impone la fecha “son momentos de reasumir compromisos por todas aquellas familias que, ha pesar de haber pasado tantos años, que sufren necesidades, que tienen dificultades para llegar a fin de mes. Reasumir el compromiso de seguir trabajando por los tucumanos, fundamentalmente por los que menos tienen y más necesitan”.

El San Miguel de Tucumán de hace 452 años nació como una ciudad productiva y con perspectiva de crecimiento. “Aquí nació la primera industria”, sostuvo Yedlin en referencia a la construcción de carretas a partir de la madera del pedemonte tucumano. “Una provincia que tiene mucho para estar orgullosa”, aseguró el funcionario mencionando, además, las otras gestas históricas en las que Tucumán fue protagonista y cuyas consecuencias repercutieron en todo el país, como la Declaración de la Independencia.

El obispo de Concepción, José María Rossi, fue el encargado de bendecir la placa con la que se conmemora este nuevo aniversario de la ciudad de San Miguel de Tucumán.


Las Ruinas de Ibatín

Las ruinas son preservadas por el trabajo en conjunto que realiza el gobierno Local junto con el Provincial. El entorno del sitio histórico -ubicado a 10 kilómetros de la ciudad de Monteros- está constituido por una selva subtropical o yunga de una gran biodiversidad, propia del pedemonte de las Sierras del Aconquija. Por las orillas desciende el río Pueblo Viejo, antes conocido como El Tejar.

Los restos (cimientos de piedras de las construcciones) que quedaron de la civilización del 1500 pueden apreciarse en este lugar al que se llega transitando por la Ruta Provincial Nº 325. Una vez que se cruza el puente sobre el río Pueblo Viejo, doblar a la izquierda y continuar por un camino de tierra. Después de aproximadamente 5 kilómetros se accede al sitio de Ibatín. Para llegar hasta allí no hay transporte público directo desde capital. Puede acceder en vehículo particular o bien ir en micros desde terminal de ómnibus a Monteros y desde ahí contratar el servicio para llegar hasta el sitio.




Fundación de San Miguel de Tucumán y traslado

El 31 de mayo de 1565, el capitán Diego de Villarroel fundó San Miguel de Tucumán y Nueva Tierra de Promisión, en el paraje llamado Ibatín o Eatín, que en tonocotés significa “chacra” o “cementera de maíz”. 

Esta Ciudad se instaló integrándose a un circuito de asentamientos para consolidar un Camino Real, desde el Alto Perú hasta el Río de la Plata. Esta ruta fue llamada “Camino de las Charcas” y emplazada en medio de territorios habitados por originarios.

Aunque ahora están definidas unas cuatro manzanas del antiguo asentamiento, en su origen Ibatín se distribuía en un total de 49 manzanas. En la actualidad, gran parte de lo que fue la primera capital se encuentra cubierta de cañaverales y de otras plantaciones.

La prosperidad de Ibatín como ciudad productiva y pujante comenzó su decadencia hacia 1630, motivada principalmente por el camino de la ruta comercial con el Alto Perú, la cual delineaba un nuevo trazado por la ciudad de Esteco. A su vez y luego de diversos levantamientos indígenas, “la ciudad dejó de cumplir su rol en el control de las fronteras cuando las parcialidades de Indios Calchaquíes fueron dominadas definitivamente.

Finalmente, el 27 de setiembre de 1685 y mediante Actas de Cabildos, San Miguel de Tucumán fue refundada en su ubicación actual durante la gobernación de Don Fernando de Mendoza Mate de Luna.


Centro Político

En aquel San Miguel de Ibatín, el centro político de la ciudad era el Cabildo, sede del gobierno municipal. Dictaba leyes y ordenanzas y administraba Justicia. Tenía a su cargo las obras públicas y la educación. Su esquema edilicio era un patio central empedrado y ocho dependencias que lo rodeaban.


Habitantes de la ciudad

La sociedad estuvo conformada por un sector dominante, españoles y criollos, y una clase servil, formada por indígenas entregados en encomiendas (pertenecientes a distintos pueblos: Tonocotés, Lules, Diaguitas, y Juries) y esclavos africanos que habrían sido traídos a la ciudad a fin de suplir la mano de obra nativa, la que hacia el siglo XVI había disminuido de manera alarmante.


Iglesia Matriz

La Iglesia de Ibatín, en 1570, era muy sencilla, no tenía adornos, campana ni sacerdote que la asistiera. Hacia 1684, ya era un templo, de tres naves precedido por un espacioso atrio de 10 metros de ancho por 50 de largo.




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