Sigue la quema de cañaverales mientras los empresarios evaden sus responsabilidades

La quema de cañaverales se sigue realizando de forma impune en el interior de la provincia de Tucumán, los empresarios cañeros se escudan detrás del argumento de que se trata de actos vandálicos, sin embargo es sabido que los cañeros optan por incendiar la caña para evitar costos laborales. De esa manera no pagan para pelar la planta.

La ley 6.253 prohíbe la quema de caña como método auxiliar de la cosecha. En enero de 2007, la norma fue modificada por la ley 7.459, por la cual los ingenios están impedidos de recibir caña quemada. El monto de la sanción por esta práctica se elevó entonces de $200.000 a $3 millones. en setiembre de 2009, se sancionó una iniciativa que establecía que quienes fueran hallados quemando caña de azúcar en pie, quedarían detenidos.

Aun así diferentes focos se registraron en el camino que une Tucumán con Las Termas de Río Hondo. El gobernador, quien volvía a la capital, sobrellevó las filas de vehículos.

Los incendios en los cañaverales volvieron a atemorizar a conductores y pobladores tucumanos. Hoy se registraron diferentes focos de fuego en campos, entre ellos en San Andrés y en la ruta 9, cerca del arroyo Mixta, en Los Puestos.

Así lo informó el diario La Gaceta, que tamibén informó sobre algunos choques en el trayecto entre Tucumán y Las Termas de Río Hondo, Santiago del Estero, debido al humo que cubrió el camino.

“Estábamos jugando en una cancha de San Andrés, por la ruta 9. A lado de la cancha había cañaverales. De pronto, el fuego se empezó a acercar debido al viento. Gracias a Dios salimos a tiempo sin tener que lamentar víctimas. Éramos familias completas, con niños de todas las edades”, contó Valeria Iramain.

En San Andrés se produjo uno de los incendios en cañaverales más grandes. Otro se inició en la zona de Mixta, también por la ruta 9. Allí, el humo del fuego se extendió sobre el camino. Por ese motivo, los conductores llegaron hasta detener los vehículos por la falta de visibilidad. También se registraron varios accidentes. El humo alcanzó la localidad de Laguna Azul y frente a El Bracho y en El Naranjito. Los vehículos se vieron obligados a transitar a 20 kilómetros por hora en la zona, dado que no se podía ver ni respirar.

Desde la Cátedra de Salud Pública de la Facultad de Bioquímica de la UNT, que vienen estudiando este asunto desde 1998, lo más grave es que “a pesar de que hay una ley provincial que regula el problema, nadie hace nada concreto para combatirlo. No hay controles eficientes por parte del Estado; tampoco sanciones”. Indicaron que la dermatitis, la tos, la conjuntivitis, alergias y obstrucciones bronquiales se hallan entre las afecciones más frecuentes y señalaron como grave esta práctica porque la mayoría de los cañaverales y todos los ingenios están en zonas muy urbanizadas, de manera que la población prácticamente respira humo. (lagaceta.com.ar)