25/09/2017

Tucumán

El Arzobispado de Tucumán licenció al cura acusado de abuso

A través de un comunicado, la autoridad eclesiástica local informó que dio inmediata intervención a la Justicia luego de que una mujer denunciara que un sacerdote intentó abusarla en el interior de la Iglesia de La Merced el sábado último.
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El escándalo estalló el sábado previo a los solemnes festejos.

La denuncia de una mujer por acoso sexual contra un cura de la Iglesia de La Merced fue confirmada por el Arzobispado de Tucumán, el cual a través de un comunicado informó que dio intervención a la justicia y licenció preventivamente al sacerdote señalado.

"Ante una situación que podría estar comprendida dentro de las previsiones de la justicia local, el administrador parroquial de La Victoria, Basílica Ntra. Sra. de la Merced, al ser anoticiado de una denuncia a un sacerdote que reside en esa parroquia, dio instrucciones a los efectos de que se dé inmediata intervención a la justicia a fin de seguir todas las vías legales que corresponden", indica el breve texto publicado en la página arzobispadotucuman.org.ar.

La nota agrega que "Del mismo modo, la Iglesia local seguirá lo que indica el Derecho Canónico para estas situaciones. El Administrador arquidiocesano dispuso la licencia preventiva del sacerdote hasta que se produzca el total esclarecimiento de la situación."

El hecho se produjo en el mismo templo el pasado fin de semana, mientras se preparaban los festejos por el Día de la Virgen Generala. De acuerdo con fuentes a las que tuvo acceso El Diario 24, el nombre del cura denunciado sería Hernán A., quien fue apuntado por una mujer de unos 35 años y de apellido Sotelo, quien trabaja como ayudante en el comedor de la basílica e inició una fuerte acusación en el interior de la Iglesia acusándolo de abuso sexual.

La mujer contó a los gritos lo sucedido y señaló a un párroco como quien intentó abusarla carnalmente y quien previamente la manoseó en sus partes íntimas. Personal de la seccional Primera se interiorizó de la situación y le tomó la denuncia por intermedio de personal de la Dirección Guardia Urbana y de la División de Delitos contra la Personas. La mujer fue acompañada por sus padres que pudieron calmarla, ya que se encontraba en shock emocional.

De acuerdo con algunas versiones, el sacerdote ya habría tenido problemas en otras localidades ha las que había sido asignado, en Alderetes y en Ranchillos, por los cuales había sido trasladado a la céntrica iglesia donde estalló el escándalo.




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