David Lebón en Tucumán, demasiado rock and roll para los fusibles del teatro

Volvió David Lebón a la provincia de Tucumán, un ícono del rock nacional, una verdadera leyenda viva de la guitarra que simplemente fue demasiado para las frágiles instalaciones eléctricas del teatro Alberdi.

El músico y su banda salieron al escenario a eso de las 21:45, sonando muy fuerte y con mucha energía, hasta que el sonido se cortó inesperadamente. Lebón lo tomó con calma primero, hasta bromeaba diciendo que se había producido "en el momento justo" del cierre de la canción por lo que quedó como "un buen arreglo", sin embargo el percance se repitió, y justo en el momento del solo de guitarra de 'Esperando nacer', el clásico de Serú Girán (un verdadero crimen artístico), generando ahora sí el fastidio del músico, y con razón. "Hace mucho que no me pasaba una cosa así" dijo y después agregó, "no me enoja, pero por favor solucionen los problemas asi no le pasa a las próximas bandas que vengan a tocar acá".

"Qué tensión que hay en el ambiente" dice la letra de 'Encuentro con el diablo', el tema que relata una "entrevista" de Lebón con un alto rango militar sucedida durante la última dictadura (y que sonó en el Alberdi en esos momentos que por sí solos pagan cualquier entrada), y esta frase se podía aplicar a la ansiedad que se sintió a partir de ese momento en la sala por el riesgo de otro apagón, sin embargo el traspié no se repitió, aunque sobre el final quedó la sospecha de que si todo hubiese salido bien, capaz que sonaban un par de temas más, la hora y media del espectáculo dejó un leve gusto a poco.

Con una lista de temas que intercaló por partes iguales temas de la etapa solista del "Ruso" con algunas gemas de Serú Girán, y un momento muy especial en homenaje a Luis Alberto Spinetta con la hermosísima versión de 'Credulidad' de Pescado Rabioso.

Las canciones de David Lebón son rock and roll, liso y llano, en estos tiempos en el que no sabemos bien dónde encontrar los restos que quedan de este género que supo ser revolucionario, con unos cuantos riffs y solos incendiarios nos recuerda lo simple y contundente que es esta maravillosa música.

Lebón es, junto a Ricardo Mollo y no muchos más, el último gran héroe de la guitarra de nuestro país, sus canciones son muy buenas pero cuando entran en el momento del solo ascienden a un plano sideral, hace acordar a otro gran David que es David Gilmour, quien también integró una banda que hizó historia como Pink Floyd (al final podría decirse que ambos son como Avengers, pero de verdad).

Además de virtuosismo, Lebón regala generosidad y agradecimiento, creando un ambiente de 'Mundo agradable' entre chistecitos y consejos de vida, cuenta que ya está por cumplir 66 años, usa anteojos para leer las partituras y se seca la transpiración constantemente, pero en sus dedos tiene el vigor intacto y medio siglo de rocanrol que se hace sentir hasta la última butaca más lejana, incluso en el final un poco nos quedamos con las ganas de que incluyera un cierre épico metiendo un solo en 'Seminare' a lo "Comfortably numb" pero no, la versión fue la de siempre (más que suficiente, claro), tal vez por miedo a otro corte en el sonido, lo que hubiera sido realmente fastidioso y digno de un "rompan todo" versión 2018.

La actualidad se coló en el recital

En el cierre agradeció al público haber pagado la entrada para ver el show a pesar de la difícil situación económica "yo también soy argentino" dijo, y después evitó hacer más comentarios aunque se notó que tenía ganas. Antes había contado que al llegar a la provincia realizó una intensa rueda de prensa debido a que le habían comunicado que apenas se habían vendido 120 entradas por lo que al comenzar el show exclamó "al final no estamos tan solos", al ver la buena convocatoria que terminó reuniendo, aunque luego aclaró "yo voy a tocar aunque haya una persona".  ©eldiario24.com