23/05/2018

Tucumán

Conocé la historia del ex cine Parravicini, el edificio centenario que se derrumbó

Se fundó en julio de 1923 pero en 1970 cambio de nombre y en 1995 cerró. El edificio del viejo cine Grand Splendid fue declarado patrimonio arquitectónico de la provincia y en su interior llegó a funcionar un restaurante chino.

Un cine con aire parisino en el centro tucumano
Se fundó en julio de 1923, con sala y confitería muy codiciadas, pero en 1970 cambio de nombre y en 1995 bajó el telón definitivamente.
09 Ene 2013 1 19  Por Alberto Horacio Elsinger
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EL ORIGINAL. A excepción de la marquesina, cuyo cartel era vertical, la fachada aún permanece tal como fue concebida. LA GACETA / ARCHIVO
Fue la única sala de San Miguel de Tucumán, cuyo nombre -escrito en inglés-, imitaba a los letreros de los mejores teatros y cinematógrafos de París y Estados Unidos. El arquitecto Víctor Abate fue el encargado de diseñar el edificio de estilo art nouveau y Eduardo S. Lestón construyó la sala. El jueves 5 de julio de 1923 los empresarios Luis Casanova, Agustín Tortajada, Eduardo Esteban Arnau Sáenz y Antonio Amorós inauguraron el Grand Splendid Theatre. 
"La acústica era perfecta. Tanto que al ingresar a la sala para realizar su primer ensayo, el célebre cantante Alfonso Ortiz Tirado (que también era médico) golpeó sus manos y el sonido que produjo lo llevó a exclamar: '¡hermosa acústica!'", recordó el operador y técnico del Splendid, Eduardo Arturo Orti, en una entrevista del 23 de enero de 1971. 
Orti, que se jubiló como "maquinista" -así se los denominaba en la jerga- explicó en aquella oportunidad que el cine de la 24 de Septiembre al 500, contaba con capacidad para 700 personas, aunque después llegó a albergar a casi 800. "Eran 600 plateas y 200 sillas en los palcos. Estos últimos daban al espectador la posibilidad de observar detenidamente a la concurrencia y también su indumentaria", añadió. 
Predilecta 
Además de la platea, la tertulia y el palco, el Splendid también contaba con una confitería en la parte superior. El servicio gastronómico sumado a los exquisitos detalles de la construcción, la convirtieron en una de las salas elegantes y preferidas de la ciudad. 
"Mi padre nos llevaba al cine Splendid. Éramos siete hermanos -tres varones y cuatro mujeres-. Pero a la sala de 24 de Septiembre 550 sólo ibamos las mujeres", contó Manuela Felipa Estrada, directora de escuela jubilada, de 89 años. 
Entre la década del 20 y el 30, la entrada osciló entre los 40 y 70 centavos. "No eran accesibles", destacó Orti. "Pero a partir de 1935 se inauguraron los martes las funciones populares, a 30 centavos. En la misma época se sumaron las matinés infantiles durante las cuales se obsequiaban juguetes", agregó el técnico. 
Por su parte, el cinéfilo Ricardo Antonio Brunetti describió que hasta la llegada del cine sonoro las películas del cine mudo eran acompañadas por músicos instalados en el foso del salón. "Por el Splendid pasaron los maestros Carbonell, Benito Peralta, Llorens y Arrufat, entre otros. Asimismo ante la falta de películas, además de música se completaba la función con magia y recitales poéticos", añadió. 
Hasta que comenzaron a proyectarse filmes sonoros, el Gran Splendid pasó clásicos del cine no hablado como "Los barqueros del Volga" (conocida canción rusa), "Sodoma y Gomorra", "Dr. Mabuse" y "Sigfrido", entre otras. 
En la noche de gala de la apertura, a beneficio de la Conferencia San Vicente de Paul, se estrenó el documental "En el corazón del África". Un filme sobre el viaje de exploración y cacería por el centro del continente africano, organizado por el príncipe heredero de Suecia. 
El lunes 9 de julio de ese año, el Splendid exhibió un clásico del cine mudo, la historia de amor protagonizada por Rodolfo Valentino "El poder conquistador". 
Estreno sonoro 
En 1930, un año después del Majestic Palace, el Grand Splendid Theatre inauguró el sistema sonoro con la película "París"; una comedia musical interpretada por Irène Bordoni, Jack Buchanan, Louise Closser Hale, Margaret Fielding, Zasu Pitts y Jason Robards Sr. Después vinieron "El angel azul" (1930, Alemania) y "M. El vampiro negro", entre otras. 
En 1936 el Splendid, se fusionó con North Argentine Filme y constituyó la Compañia Cinematográfica del Norte. En la década del 40 lo adquirió Aconquija SRL y en el 50 volvió a manos de la Cinematográfica, hasta que la crisis del cine determinó su cierre el 31 de diciembre de 1970. Un año después, de la mano del fallecido empresario Juan Carlos Giuffré fue reabierto como sala para espectáculos escénicos y también cine, con la denominación de Teatro Florencio Parravicini. De lunes a jueves se proyectaban películas y los fines de semana, obras de teatro, de revistas y hasta musicales. A la muerte de Giuffré volvió el cine erótico hasta el cierre definitivo en 1995. 
La privacidad de la vida se deshacía en la boca de los que concurrían a este cine. Entre sillas de madera o butacas pullman, cientos de ojos se posaban sobre los cuerpos desnudos en la pantalla. Incursiones sexuales irrefrenables, rostros de pánico y escenas de horror se sucedían semana tras semana. También había lugar para lo sobrenatural, el trasvase de almas a otros cuerpos, caníbales y zombies... Todo formaba parte de un imaginario singular que se prolongó por décadas y que fue casi un sello del cine de adultos.
Patrimonio.- El edificio del viejo cine Grand Splendid sigue erguido en el mismo lugar donde fue construído. Aunque fue declarado patrimonio arquitectónico de la provincia, en su interior llegó a funcionar un restaurante de comidas chinas, entre otros emprendimientos. 
Eelegante.- "Hasta 1936 el Grand Splendid Theatre además de brindar funciones cinematográficas era escenario de de veladas teatrales, que representaban excepcionales fiestas de la sociedad elegante", según destacó el columnista de nuestro diario Juan Enrique Colombres. "La entrada al gran hall se hace por una puerta de ocho hojas montadas con vidrios biselados. El estar de acceso es iluminado por un amplio ojo de buey, decorado con grandes focos eléctricos", añadió en una crónica. 
Baritono.- Antonio Amorós, uno de los propietarios del cine era también barítono. Por ello solía promover el montaje y puesta en escena de óperas y conciertos de grandes músicos como el maestro Luis Gianneo. Precisamente los artistas y los intérpretes más renombrados de la música siempre contaban con el patrocinio de Amorós. 
Inolvidable.- "En el Splendid pude ver 'Los cañones de Navarone'. Creo que era una película de 1961, que la protagonizaron Gregory Peck, David Niven y Anthony Quinn. Está basada en una novela homónima de 1957 de Alistair MacLean. No la olvidaré nunca, porque ese día comencé a noviar con mi actual esposa", dijo Néstor Miguel Catán, otrora asiduo espectador de esa sala. 
Vida social.- Las distintas sociedades de beneficencia y bien público de esta capital también utilizaban las instalaciones del Splendid, para organizar festivales cuyos protagonistas eran las jovencitas que se iniciaban en la vida social de Tucumán. Eran tiempos donde toda persona que se preciara de elegante debía concurrir a la salida de 24 de Septiembre al 500. 
Refinado.- A los palcos y tertulias del cine se ingresaba por ambos costados a través de dos amplias y regias escalinatas, que daban acceso a un salón confitería que se utilizaba para la realización de fiestas de carácter social. Los jueves y domingos de cada semana el Grand Splendid organizaba un té danzante como centro refinado y festivo. 
Festejo de ojito.- Las señoritas que concurrían al cine siempre lo hacían acompañadas y muy engalanadas. No ocupaban los asientos de las primeras filas que estaban destinados -por un acuerdo tácito- a los jóvenes caballeros, que en el entreacto o intervalo volvían sus cabezas hacia el sector femenino para ejecutar el conocido "festejo de ojito", tan difundido por entonces. 
La confitería.- Los asistentes al afrancesado Splendid también solían concurrir, al término de las funciones, a la confitería París. Esta se encontraba en el lugar que ocupa el viejo edificio de la Caja Popular de Ahorros. Después comenzaron a frecuentar El Buen Gusto para terminar de matar sus ocios. 
Anuncios.- Entre las películas que se anunciaban en cartelera cuando se abrió el Splendid, se mencionaban a "Los cuatro" y "Sangre y arena", ambas protagonizadas por el ídolo de las cinéfilas femeninas, el actor y galán Rodolfo Valentino, que había sucedido al infortunado Wallace Reid en el favor del público. Valentino (Rodolfo Pietro Filiberto Raffaelo Guglielmi di Valentina), era de origen italiano y fue el sex-symbol latino por excelencia. 
Impedimento.- La estructura francesa tipo "belle epoque" del Splendid conspiró contra su progreso. Ya que impedía la modernización de la sala bajo pena de mezclar los estilos de construcción. De todas maneras la sala cinematográfica, en su interior fue demolida en 1998 (foto de la izquierda), para adaptarla a domedor de un restaurante. 
Recurso vano.- Una vez convertido en Parravicini y luego de que los espectáculos revisteriles y teatrales dejaran de presentarse en la sala, como recurso extremo, el nuevo administrador de la sala apeló a las películas eróticas, de subido tono para atraer a los espectadores.

A casi 100 años de su inauguración, el edificio del ex cine Parravicini ubicado en calle 24 de Septiembre al 500 en pleno microcentro tucumano, se derrumbó este miércoles por la tarde. 

El jueves 5 de julio de 1923 los empresarios Luis Casanova, Agustín Tortajada, Eduardo Esteban Arnau Sáenz y Antonio Amorós inauguraron el Grand Splendid Theatre. En sus inicios, diseñado por el arquitecto Víctor Abate, fue la única sala de San Miguel de Tucumán, cuyo nombre imitaba a los letreros de los mejores teatros y cinematógrafos de París y Estados Unidos. El edificio tenía un estilo art nouveau y Eduardo S. Lestón fue quien construyó la sala.

El operador y técnico del Splendid, Eduardo Arturo Orti, que se jubiló como "maquinista" -así se los denominaba en la jerga- explicó en aquella oportunidad que el cine de la 24 de Septiembre al 500, contaba con capacidad para 700 personas, aunque después llegó a albergar a casi 800. "Eran 600 plateas y 200 sillas en los palcos. Estos últimos daban al espectador la posibilidad de observar detenidamente a la concurrencia y también su indumentaria", señaló en una entrevista. 

Además de la platea, la tertulia y el palco, el Splendid también contaba con una confitería en la parte superior. El servicio gastronómico sumado a los exquisitos detalles de la construcción, la convirtieron en una de las salas elegantes y preferidas de la ciudad

Entre la década del 20 y el 30, la entrada osciló entre los 40 y 70 centavos. "No eran accesibles", destacó Orti. "Pero a partir de 1935 se inauguraron los martes las funciones populares, a 30 centavos. En la misma época se sumaron las matinés infantiles durante las cuales se obsequiaban juguetes", agregó el técnico. 

El cinéfilo Ricardo Antonio Brunetti describió que hasta la llegada del cine sonoro las películas del cine mudo eran acompañadas por músicos instalados en el foso del salón. "Por el Splendid pasaron los maestros Carbonell, Benito Peralta, Llorens y Arrufat, entre otros. Asimismo ante la falta de películas, además de música se completaba la función con magia y recitales poéticos", añadió. 

Hasta que comenzaron a proyectarse filmes sonoros, el Gran Splendid pasó clásicos del cine no hablado como "Los barqueros del Volga" (conocida canción rusa), "Sodoma y Gomorra", "Dr. Mabuse" y "Sigfrido", entre otras. 

En la noche de gala de la apertura, a beneficio de la Conferencia San Vicente de Paul, se estrenó el documental "En el corazón del África". El lunes 9 de julio de ese año, el Splendid exhibió un clásico del cine mudo, la historia de amor protagonizada por Rodolfo Valentino "El poder conquistador"

En 1930, un año después del Majestic Palace, el Grand Splendid Theatre inauguró el sistema sonoro con la película "París"; una comedia musical interpretada por Irène Bordoni, Jack Buchanan, Louise Closser Hale, Margaret Fielding, Zasu Pitts y Jason Robards Sr. Después vinieron "El angel azul" (1930, Alemania) y "M. El vampiro negro", entre otras. 

En 1936 el Splendid, se fusionó con North Argentine Filme y constituyó la Compañia Cinematográfica del Norte. En la década del 40 lo adquirió Aconquija SRL y en el 50 volvió a manos de la Cinematográfica, hasta que la crisis del cine determinó su cierre el 31 de diciembre de 1970.

Un año después, de la mano del fallecido empresario Juan Carlos Giuffré fue reabierto como sala para espectáculos escénicos y también cine, con la denominación de Teatro Florencio Parravicini. De lunes a jueves se proyectaban películas y los fines de semana, obras de teatro, de revistas y hasta musicales. A la muerte de Giuffré volvió el cine erótico hasta el cierre definitivo en 1995

El edificio del viejo cine Grand Splendid siguió erguido hasta este miércoles 23 de mayo de 2018 en el mismo lugar donde fue construido. Aunque fue declarado Patrimonio Arquitectónico de la provincia, en su interior incluso llegó a funcionar un restaurante de comidas chinas, entre otros emprendimientos. 

La estructura francesa tipo "belle epoque" del Splendid conspiró contra su progreso, ya que impedía la modernización de la sala bajo pena de mezclar los estilos de construcción. De todas maneras la sala cinematográfica, en su interior fue demolida en 1998, para adaptarla a comedor de un restaurante




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