Destruyeron 273 kilos de marihuana que habían sido arrojados desde una avioneta a una finca
La droga había sido incautada en diciembre del año pasado en La Cocha.
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Efectivos de la provincia participaron del operativo.
Los 273 kilos de marihuana que habían sido arrojados desde una avioneta a una finca de un paraje ubicado en una ruta que une La Cocha con Taco Ralo en diciembre del año pasado fueron incinerados en presencia de efectivos policiales federales y provinciales.
Por orden del Juzgado Federal la droga fue trasladada al laboratorio pericial de la Policía Federal Argentina (PFA), donde se tomó una muestra y se pesó cada uno de los panes de marihuana. Posteriormente fue quemada en un horno pirolíptico a los efectos de su destrucción, todo esto bajo un oficio judicial con testigos.
El pasado 9 de diciembre, efectivos policiales observaron cómo desde una avioneta arrojaban bultos en la finca. Al realizar el rastrillaje se dieron con la novedad que se trataba de marihuana fraccionada en 361 paquetes con un total de 273 kilos.
En esa oportunidad fueron demorados un productor rural de Yerba Buena (informó que en esos momentos él estaba controlando los campos en los que produce), un empleado judicial que es hijo de un juez de paz (declaró que había ido hasta ese lugar para tomar una cerveza) y a un trabajador rural, que fue sorprendido, siempre de acuerdo a la versión oficial, trasladando parte de la droga en una bicicleta.
Los investigadores presumen que lo secuestrado se dirigía a centros poblados de mayor densidad que Tucumán. “Esto es parte de nuestra actividad diaria ya que la policía trabaja en todo lo que sea narcomenudeo o tráfico a través de las rutas que cruzan Tucumán”, detalló el secretario de Lucha contra el Narcotráfico, Carlos Driollet.
“Es lo adecuado. La Justicia ha trabajado y tomado una decisión que todos esperamos, porque con esta quema desvinculamos del riesgo que significa tenerlo en custodia. Esto nos da tranquilidad”, destacó el ministro de Seguridad, Claudio Maley.
Este miércoles fueron destruidos los 273 kilos de marihuana que habían sido arrojados desde una avioneta a una finca de un paraje ubicado en una ruta que une La Cocha con Taco Ralo en diciembre del año pasado. Fueron incinerados en presencia de efectivos policiales federales y provinciales.
Por orden del Juzgado Federal la droga fue trasladada al laboratorio pericial de la Policía Federal Argentina (PFA), donde se tomó una muestra y se pesó cada uno de los panes de marihuana. Posteriormente fue quemada en un horno pirolíptico a los efectos de su destrucción, todo esto bajo un oficio judicial con testigos.
El pasado 9 de diciembre, efectivos policiales observaron cómo desde una avioneta arrojaban bultos en la finca. Al realizar el rastrillaje se dieron con la novedad que se trataba de marihuana fraccionada en 361 paquetes con un total de 273 kilos.
En esa oportunidad fueron demorados un productor rural de Yerba Buena (informó que en esos momentos él estaba controlando los campos en los que produce), un empleado judicial que es hijo de un juez de paz (declaró que había ido hasta ese lugar para tomar una cerveza) y a un trabajador rural, que fue sorprendido, siempre de acuerdo a la versión oficial, trasladando parte de la droga en una bicicleta.
Los investigadores presumen que lo secuestrado se dirigía a centros poblados de mayor densidad que Tucumán. “Esto es parte de nuestra actividad diaria ya que la policía trabaja en todo lo que sea narcomenudeo o tráfico a través de las rutas que cruzan Tucumán”, detalló el secretario de Lucha contra el Narcotráfico, Carlos Driollet.
“Es lo adecuado. La Justicia ha trabajado y tomado una decisión que todos esperamos, porque con esta quema desvinculamos del riesgo que significa tenerlo en custodia. Esto nos da tranquilidad”, destacó el ministro de Seguridad, Claudio Maley.
