25/08/2019

Tucumán

Con agonía, pero merecidamente, San Martín debutó con triunfo en la Primera Nacional

Con tanto de Luciano Pons, el Santo se llevó los tres puntos ante Villa Dálmine en su primera presentación de la categoría.
Con agonía, pero merecidamente, San Martín debutó con triunfo en la Primera Nacional | El Diario 24 Ampliar (1 fotos)

San Martín ganó ante Villa Dálmine.

San Martín derrotó en la tarde de este domingo con un cabezado de Luciano Pons a Villa Dálmine cuando el partido se moría y todo indicaba un empate en 0.

El conjunto de Fabio Orsi y Sergio Gómez arrancó estudiando mucho a su rival que intentó tomar protagonismo en el campo del Santo. En los primeros minutos insinuó, pero no pasó a mayores. La primera clara llegó para el local, en los pies de Nicolás Castro, pero Juan Ojeda respondió bien y la mandó al tiro de esquina.

Los minutos posteriores siguieron siendo rojiblanco. Primero con Gonzalo Rodríguez, de cabeza, pero el delantero llegó exigido y no pudo impactar cómodamente. Luego con el Pichi Mercier, pero encontró otra buena respuesta de Ojeda. Cuando parecía que el encuentro entraba en un pozo, apareció Ramiro Costa para reventar el travesaño a los 30. Luego, San Martín presionó sin resultados y dejó peligrosos espacios que el Violeta no supo aprovechar y se fueron al descanso con el marcador en cero.

El complemento arrancó de la misma manera, con un Santo luchando y presionando, mostrando su merjor versión cuando se juntaron Brandán y Castro. Pero esa alegría no duró mucho, fue apenas unos minutos, porque posteriormente el partido entró en un pozo del cual nunca pudo salir. Por momentos, los hinchas empujaron al equipo que fue a buscar la victoria, pero mostró seris desacoples en defensa los cuales no pudo aprovechar la visita, al igual que en el cierre de la primera etapa, y por eso parecía que el partido terminaría igualado, pero no.

Cuando el partido se moría, llegó el centro desde el sector derecho del ataque de San Martín, y Luciano Pons saltó más alto que nadie para impactar con su cabeza, cruzar la pelota al segundo palo del arco de Ojeda y poner así el gol del triunfo, el que desató la locura en la Ciudadela.





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