10/01/2020

Tucumán

Curiosidades del año que todavía está comenzando

Escribe Juan Manuel Aragón - Especial para El Diario 24
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Curiosidades del año que todavía está comenzando

Treinta días trae setiembre

con abril, junio y noviembre

veintiocho sólo uno

y los demás treinta y uno.

Del saber popular


Trae el calendario 2020 las mismas curiosidades que otros años. La más evidente es que todos los feriados patrióticos caen en días de clases, como si los próceres no hubieran laburado de diciembre a marzo. Del 1 de diciembre al 28 de febrero, hay efemérides como para hacer dulce y que salga empalagoso, pero el Consejo de Educación las viene olvidando sistemáticamente, desde los tiempos de Sarmiento, porque si no hay clases, no hay por qué recordarlas. Miren si van a llamar a los chicos a que se presenten en el aula porque va a haber un acto el 20 de febrero, para recordar la Batalla de Salta y la de Ituzaingó, se comen vivas a las maestras, a la regente, al preceptor, al director, al capo del Consejo de Educación que tuvo la idea y, por las dudas, al portero de la escuela.

El 3 de febrero, por dar un solo día, hay varias recordaciones para hacer. Así, de memoria, y solo para citar algunas, en 1813, el Regimiento de Granaderos a Caballo, que mandaba José de San Martín combate por primera vez, cerca del convento de San Lorenzo;a la hora en que Febo asoma, derrotó a los españoles, cubriendo de gloria a Cabral, soldado heroico, que pierde la vida en la defensa de su jefe. En 1843 Juan Manuel de Rosas comienza el sitio de Montevideo con el apoyo de Manuel Oribe. En 1852, tropas al mando de Juan Manuel de Rosas son vencidas en la batalla de Caseros por las de Justo José de Urquiza, coaligadas con el Brasil, Inglaterra y traidores argentinos que se levantaron en armas para luchar contra sus compatriotas. Nace en 1858,el que sería el payador porteño Gabino Ezeiza. Y en 1876 se firma el Tratado de Paz y Límites con el Paraguay y termina la Guerra de la Triple Alianza. Eso, aparte de las que no sé o sabía y me olvidé. Aunque no se crea, los hombres que trataron de hacer grande la Argentina, no se tomaban vacaciones, simplemente porque en ese entonces no existían. No había el concepto de sábado y domingo que tenemos ahora, asociado al descanso, al ocio, las diversiones, el trasnoche, los bailongos, el turismo. El domingo, iban a misa y después seguían en lo suyo, tanto los próceres como la gente común. Porque los Juanes Pérez como usted y como yo, todos los días debían dar de comer a las gallinas, cerrar un portillo que se le había hecho al corral, sacar la leche a las vacas, dar agua al mancarrón, en fin.

Por otra parte, febrero se alargará este año y traerá 29 días. Mi amigo, el bandeño Raúl Alberto Lizondo, al fin soplará las velitas, luego de cuatro años de espera. Su hija Mariela y su marito Carlos Toledo, volverán a festejar el aniversario de casados, porque eligieron justo ese día para matrimoniarse. Felicidades entonces, a todos los que tienen su cumpleaños el día bisiesto, porque no deberán robarle el 1 de marzo a nadie y serán felices, pero con exactitud.

Como viene ocurriendo desde hace varios milenios y quizás algo más también, en verano y otoño, los días se acortarán, hasta llegar al 21 de junio, el más breve del año. A partir de entonces, invierno y primavera, irán alargándose paulatinamente hasta llegar al 21 de diciembre, el más largo.

Un poco después de mediados de febrero, las golondrinas se mandarán a mudar. Sin pasaporte, visa ni documento de identidad, emigrarán en masa a los Estados Unidos y volverán en tus balcones sus nidos a colgar, recién a fines de noviembre. Quizás regresen decepcionadas porque la vida en el Primer Mundo no fue lo que les contaron, tal vez sea porque no hallaron trabajo y las corrieron por ser hispanoparlantes.

Los viejos seguiremos diciendo la adivinanza que aprendimos de nuestros padres: “Largo y angosto como el mes de agosto”. Y cuando avisemos que la respuesta es “el camino”, los chicos no sabrán qué pensar, porque trae 31 días, igual que otros.

Tan puntual como siempre, el almanaque anuncia que mi cumpleaños ha de caer un exacto día de junio, en el que pocas hazañas recuerda la historia. Salvo el santo varón que cae en esa fecha, claro.

El resto del año será más o menos igual, salvo error u omisión.

©Juan Manuel Aragón

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