Los bussistas insisten en poner trabas a la educación exigiendo aprobación previa de los padres

Otro legislador del bussismo se sumó a la polémica por la educación sexual en las escuelas, y salió al cruce del ministro del área, Juan Pablo Lichtmajer. En esta discusión, Horacio Vermal fue contudente: "cada uno es lo que es, y no lo que se autopercibe".

El debate se originó a partir de un proyecto que presentó la legisladora Nadima Pecci, miembro de la bancada de Fuerza Republicana. En la iniciativa, plantea que todos los establecimientos educativos de los niveles inicial, primario y secundario, informen por escrito a las familias cuando vayan a organizar actividades con contenidos de educación sexual.

Esto incluye charlas, talleres y cursos que toquen la materia "afectivo-sexual", según el proyecto, que hace también hincapié en “identidad y expresión de género”, “diversidad sexual y afectiva”, “diferentes modelos de familia”, “deconstrucción de conceptos” y “perspectivas ideológicas y/o políticas o partidarias, y los que puedan resultar intrusivos para la conciencia y la intimidad”.

El propio ministro salió al cruce de Pecci, y dijo que estaba equivocada. ""La legisladora parte de una equivocación. No hay nada secreto. Todo lo que se hace es público, se ajusta a derecho y se trabaja de modo conjunto con las instituciones en su implementación", dice el último de la larga cadena de tuits que le dedicó el ministro a Pecci.

Vermal salió a respaldar el proyecto de su par y cuestionó a Lichtmajer. "El hecho de no vivir en la época del tabú no significa que se puede enseñar cosas que van en contra de la naturaleza misma como la percepción de cada uno sobre su propia persona", sostuvo el legislador.