Tucumán
Sociedad
Muere Don Díaz a los 100 años, símbolo de la lucha por los Derechos Humanos en Tucumán
El sábado, falleció Francisco Rafael Díaz, reconocido como Don Díaz, a sus 100 años de edad. Por más de cuatro décadas, luchó por la Memoria, la Verdad y la Justicia en los Tribunales Orales Federales (TOF) de Tucumán, motivado por la desaparición de sus dos hijos y otros compañeros de lucha.
Nacido en Catamarca, se trasladó a Tucumán cuando era niño y comenzó su carrera laboral como canillita. Más tarde, ejerció como herrero hasta su jubilación, y durante toda su vida se mantuvo afiliado al Partido Comunista, por lo que sufrió persecución.
Don Díaz solía tomar temprano el autobús de la línea 11 en el Barrio 11 de Marzo para llegar rápidamente al TOF con su carpeta de fotos de sus hijos desaparecidos, Francisco y Susana, por quienes luchó incansablemente por justicia.
Siempre se sentaba en un asiento específico y nunca faltó a ningún juicio por delitos de lesa humanidad en Tucumán. En 2013, durante el juicio Jefatura II - Arsenales, declaró como testigo víctima, compartiendo su propia historia y la de sus hijos desaparecidos.
Don Díaz también fue dirigente sindical, representante vecinal y herrero de profesión, y para ocasiones importantes, usaba un traje gris con una estrellita roja de cinco puntas, que simbolizaba su orgullo y compromiso con sus ideales.
Con el puño en alto, defendía su causa y compartía sus historias de lucha. Asistió a todas las audiencias de los juicios de lesa humanidad desde que comenzaron en Tucumán.
Su secuestro y el de sus hijos que jamás volvió a ver
La desaparición de sus dos hijos, Susana y Francisco, llevó a Don Díaz a una vida de lucha por los derechos humanos y la justicia en la provincia de Tucumán.
Susana fue secuestrada en mayo de 1977 en Santa Fe, y aunque se encontraron restos en un centro de detención que podrían ser compatibles con los de ella, la causa sigue abierta.
Francisco, por su parte, fue secuestrado dos veces, siendo la última en mayo de 1978 en la casa de su madre en San Miguel de Tucumán. El secuestro ocurrió durante un apagón en la cuadra.
Don Díaz también sufrió dos secuestros: el primero en diciembre de 1975 en su casa por una patota liderada por "El Tuerto" Albornoz, y el segundo en 1976, cuando fue llevado al centro clandestino que operaba en la Escuela de Educación Física de la UNT.