"El coronavirus es un tsunami para el turismo"

El ex presidente de la Cámara Argentina de Turismo (CAT), Marco Palacios, calificó a la pandemia de coronavirus como "un tsunami" para el sector, pero aseguró que "primero hay que cuidar la salud pública, porque estamos todos incluidos".

"Como principio genérico prefiero estar pobre y vivo que rico y muerto", dijo en una entrevista con Télam quien fuera titular de la CAT durante cinco años, hasta el 2007, y uno de los fundadores de la Feria Internacional de Turismo,

"Si estamos de acuerdo con esto, tenemos que discutir el proceso. Me pasó lo mismo con el impuesto solidario del 30%, porque prefería tener menos pasajeros pero que la economía se reactive y de esa manera tener más pasajeros", agregó.

Palacios contó que estuvo presente en la reunión que la Federación Argentina de Asociaciones de Empresas de Viajes y Turismo (Faevyt mantuvo en el ministró de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens.

"El ministro nos recibió junto a la secretaria de Acceso a la Salud del Ministerio de Salud de la Nación, Carla Vizzotti, que nos dijo que lo que hay que evitar a más no poder es que haya un contacto local, porque ahí se dispara para todos lados y en ese contexto debemos llegar al invierno con la menor cantidad de afectados", agregó.

Insistió en que la consecuencia económica de la pandemia "es un tsunami terminal, porque yo -como todos nosotros-, no tengo ninguna forma de poder sobrevivir, y si dura tres meses no aguantamos".

"El mazazo económico que vamos a tener es tremendo, pero se sale haciendo lo que se está haciendo. Si logramos contenerlo antes que llegue el invierno, el virus va a descender y será una enfermedad o un virus más controlable", afirmó.

Palacios, quien propuso y escribió gran parte de la Ley Nacional de Turismo (Ley 25997) que fue reglamentada en 2005 por Néstor Kirchner y reemplazó a la sancionada en 1958, precisó que el turismo representa el 7% del PBI del país.

De acuerdo a la OMT, el turismo tendría para este año un caída del 1 al 3%, con una pérdida estimada entre los 30.000 y los 50.000 millones de dólares.

Información con despacho de la agencia Télam