13/05/2017

Argentina

Video: cura italiano confesó que los sacerdotes violadores eran trasladados a Argentina

El cura Eligio Piccoli habló de los abusos sexuales en el Instituto Provolo de Italia. La declaración fue grabada mediante una cámara oculta.

Un periodista se infiltró en un hospital de Verona, Italia, donde está internado el sacerdote Eligio Piccoli y logró que el religioso revele las vejaciones sexuales qué él y otros curas cometían a los niños internos del Instituto Provolo Sordomuti.

La cámara oculta fue realizada por Sacha Biazzo, que trabaja para el sitio Fanpage.it, quien se hizo pasar por un exalumno del Instituto Provolo Sordomuti.

Desde su cama de hospital, Piccoli accedió a recibir al supuesto exalumno, que le dijo que quería conocer cuánto había de cierto sobre las versiones de abuso sexual a niños sordos.

El relato impacta por el detalle, la ligereza con que se narran los hechos y los constantes intentos del sacerdote por relativizar o justificar lo sucedido. Durante el intercambio Piccoli confirma, además, un dato para nada menor: los curas que eran descubiertos o denunciados eran enviados a Argentina.

Las pruebas reforzaron las denuncias de las víctimas en la causa que investiga la justicia italiana y podrían tener repercusiones en los casos de Argentina registrados en el Instituto Próvolo de Mendoza.


Antecedente

En 2009, 67 exalumnos del Provolo de Verona denunciaron abusos cometidos entre los años 60’ y 80’ por curas, religiosas y laicos consagrados que tenían a su cargo la educación de chicos sordomudos.

Con más de 85 años, Piccoli estaba recluido, hasta hace días, en una casa de retiro para religiosos ancianos en Negrar, una localidad a 14 kilómetros de Verona.

“Hace tres días fuimos a verlo pero lo han trasladado. Y nadie supo decirnos dónde está. La curia de Verona lo está protegiendo”, dijo a Clarín Davide Dalla Bernardina, hijo de una pareja de sordomudos educados en el Próvolo y vocero de la Asociación Sordos Antonio Próvolo, que lleva adelante las denuncias.

Cuando estalló el escándalo, en 2009, el Vaticano obligó a la curia de Verona a que tomara declaración a las víctimas en el tribunal eclesiástico de esa ciudad. El Vaticano admitió abusos pero no tomó medidas.




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